Feligreses asisten a misa dominical antes de la celebraciones del Cristo Negro
Cientos de devotos han llegado a la iglesia Jesús Nazareno de San Felipe de Portobelo para venerar al Cristo Negro.
De manera consagrada y cumpliendo con las medidas de bioseguridad se han desarrollado las eucaristías programadas para este fin de semana.
Luis Rivera, lleva 38 años frecuentado el santuario del Cristo y este domingo ataviado de una túnica morada, se presentó a Colón para cumplir una vez más con su manda incondicional.
“A mi hijo con solo 6 meses de vida le detectaron que iba a ser epiléptico, vine aquí y le dejé de dar la pastilla que le había recomendado el médico. Tengo 38 años de estar viniendo, mi hijo es hoy un profesional y no le ha dado más epilepsia”, aseguró.
Ángel Pinilla, rector del santuario de San Felipe, comentó que la gran mayoría de devotos llega con un fervor espiritual a la iglesia, por lo que pese a la pandemia han tomado las medidas para que esos encuentros se sigan dando.