Exreclusos relatan sus vivencias dentro de un sistema que no les ofreció cómo resocializarse
Luis Campos y Santiago Fuentes, exreclusos que cumplieron penas por homicidio, y ahora predicadores de la palabra de Dios en las cárceles del país, coincidieron la mañana de este viernes 10 de enero, en que el sistema penitenciario existente, ya colapsó y no cuenta con mecanismos necesarios para tratar de resocializar a los que allí se encuentran.
Campos, quien se considera un agente multiplicador, señaló que se necesita gente con visión y misión para ayudar; además que tenga los elementos efectivos para poder trabajar dentro de una cárcel, con jóvenes de alto riesgo.
“Anteriormente, se podía confiar en las autoridades, de que estaban trabajando dentro de las cárceles, pero ahora, el sistema está podrido y colapsó”.
Por su parte, Santiago Fuentes, advierte que no hay lugares donde se rehabilite a los detenidos, y los trabajadores sociales, no cuentan con las herramientas con qué trabajar y laboran porque aman la obra que realizan.
Ambos concuerdan en que cuando entraron al sistema, este no tenía nada para ofrecerles y que ayudara a resocializarlos y lo único que tiene valor dentro del sistema es la "palabra".
Campos, añadió que otro de los problemas, es que hay gente profesional que está trabajando dentro de las cárceles, pero no creen en la rehabilitación o resocialización.
“Nosotros somos agentes multiplicadores dentro y fuera, que trabajamos con jóvenes de alto riesgo, pero el problema dentro de las cárceles es que se juega un rol político y mientras que se juegue ese rol, el sistema penitenciario va a ser un fracaso”, enfatizó.
Gilberto Toro, sociólogo, opina que el sistema asume que la sociedad en un principio cumplió con la cuota de brindarle a los privados de libertad, educación, salud, vivienda, empleo, formación, familia y eso es falso.
Toro aseguró que la parte espiritual es importante y que cobra una gran importancia ya que los pastores, se convierten en un bálsamo para los privados de libertad, lo que le sirve de puente para acercarse y poder realizar intervenciones técnicas con los detenidos.