Cárceles siguen siendo el centro de operación de los estafadores en Panamá, afirma la DIJ

En algunos casos, se ofrece a la víctima, la venta de un producto x, terrenos, locales o estadías en resort. También está la modalidad del hijo secuestrado, donde el malhechor se apoya de datos que encuentra en internet para extorsionar a sus víctimas.

José Facey, mayor de la DIJ / Foto/TVN-2.com

Ciudad de Panamá/Se están reportando hasta 100 intentos de estafas diarias, solo vía telefónica. La cantidad es alarmante y según las autoridades hay que seguir los esfuerzos para seguir enfrentando a estos grupos organizados.

José Facey, mayor de la Dirección Nacional de Investigación Judicial (DIJ), confirmó que la principal modalidad de estafa en el país es la que se comete vía telefónica y la mayoría de las llamadas son realizadas por reos, desde centros penales.

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Facey detalló que los privados de libertad son respaldados por grupos criminales que operan fuera de los penales.

En algunos casos, se ofrece a la víctima, la venta de un producto x, terrenos, locales o estadías en resort. También está la modalidad del hijo secuestrado, donde el malhechor se apoya de datos que encuentra en internet para extorsionar a sus víctimas.

Desde enero hasta septiembre de este año se han contabilizado 4,145 casos por el delito de estafa y se han detenido a más de 233 personas.

Pese a que los casos de estafa van en aumento, Facey aseguró que son pocas las personas que se acercan a presentar la denuncia, y son las redes sociales las plataformas por donde las autoridades se enteran de las situaciones.

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Sin embargo, recordó que los afectados pueden acercarse a la Dirección de Atención Primaria del Ministerio Público, para presentar las denuncias o bien reportarlas a la línea 104 de la Policía Nacional.

¿Quiénes delinquen con la estafa?

Facey afirmó que son grupos criminales organizados, que incluso están debidamente identificados por las autoridades y residen en el país, es decir que son locales.

No obstante, hay otros grupos extranjeros del sur, cuyo modus operandi ha sido reforzado con el uso indebido de herramientas tecnológicas.

 

 

 

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