Acudientes de escuela en Veraguas salen a protestar tras por afecciones dermatológicas en estudiantes

Padres de familia de la Escuela Bilingüe José de los Santos Gutiérrez, ubicada en Los Boquerones, del distrito de Santiago, cerraron la vía Interamericana, y se han opuesto a enviar a sus hijos a clases, por la detección de afecciones dermatológicas y respiratorias en esa comunidad educativa.

Entre los síntomas, los estudiantes han presentado fiebre, dolor de cabeza y erupciones en la piel, por lo que los acudientes piden a las autoridades una pronta solución.

El fin de semana una comisión de gobierno comenzó a evaluar el problema. En ese sentido, el Ministerio de Salud recomendó la realización de una limpieza profunda de mobiliario, pisos y paredes, con remoción de cielo raso donde existe acumulación de material inorgánico y la restricción de la presencia de personal administrativo, cuerpo docente y estudiante, en el plantel.

Y es que, fueron contabilizadas 9 personas afectadas (8 estudiantes y 1 docente), mediante una inspección del Minsa a ese centro educativo, ante denuncias ciudadanas que indicaban el presunto brote de afecciones dermatológicas y respiratorias, que en principio se atribuían a la posible presencia de murciélagos y sus desechos orgánicos.

Meibi Rodríguez, una de las madres de familia, manifestó que la situación es preocupante porque el colegio mantiene una matrícula de 623 estudiantes y la escuela registra un abandono desde hace mucho tiempo.

Mitzila Chanis, del Meduca, indicó que se logró un acuerdo con los padres para que se retirarán, por el momento las clases en la escuela se mantendrán suspendidas.

El Minsa informó que, al momento de las entrevistas a los afectados, no se evidenció presencia de excremento (guano) de murciélago ni material de fibra de vidrio u otro material olergénico visible en las áreas inspeccionadas.

Sin embargo, no se descarta que los brotes se deban al uso de algún tipo de producto oerolizado desde el exterior. Presumiblemente asociado a agroquímicos, ya que no existe una barrera física que impida la vehiculización de partículas alérgicas y la permeación al edificio con la posterior decantación de dichas partículas en mobiliarios y paredes del pabellón 2.

Con información de Ney Castillo