Familiares y víctimas siguen clamando justicia tras 15 años del envenenamiento masivo con dietilenglicol

En los próximos días se cumplirán 15 años de uno de los episodios más tristes del país, que causó pérdidas de vidas y grandes secuelas a las personas que sobrevivieron. Este miércoles 22 de septiembre, las víctimas de envenenamiento masivo con dietilenglicol realizaron una protesta en los predios de la Presidencia de la República.

Su lucha para obtener una mayor calidad de vida y que se les atienda como corresponde por parte de los gobiernos persiste.

Gabriel Pascual, presidente del Comité de Víctimas y familiares envenenados por el dietilenglicol, precisamente destacó que el impacto producto de aquel envenenamiento sigue generando desastre.

Pascual detalló que, continúan esperando respuestas a un pliego de peticiones que fueron entregadas que abarcan más de seis puntos, entre estas las certificaciones, mejorar las instalaciones médicas-hospitalarias, insumos, medicamentos, aumento de la pensión, el mejoramiento educativo entre otros aspectos.

Sobre la certificación de las más de 700 nuevas víctimas que se han presentado, Pascual indicó que el tema está en manos del Ministerio de Salud y el Ministerio Público y un rezago de más de 300 casos que están en revaluación.

Pidieron a las autoridades de salud pensar en un plan que vaya en beneficio, bienestar y satisfacción, no solo de los sobrevivientes afectados por el envenenamiento, sino de toda la población panameña.

Testimonios de las víctimas

Ángel Pino es uno de estos sobrevivientes, con mucho dolor cuenta las afectaciones que ha tenido luego de ingerir los medicamentos envenenados, comprometiendo con ello su salud.

Pese a estar certificado, asegura que una pensión no es suficiente para todo lo que ha tenido que vivir desde entonces, ahora es paciente de cardiología, sus riñones están dañados y también su hija es paciente afectada por estos medicamentos.

“Hoy en día vivo en un tratamiento de diálisis de cada cuatro horas, tengo que dializarme para poder seguir viviendo, tengo en mi cuerpo incrustado un catéter…esto no es justo”, recalcó.