Tras 9 años del envenenamiento con dietilenglicol, “duermen los expedientes”
La homilía de este domingo, 11 de octubre, presidida por el Arzobispo Metropolitano, Monseñor José Domingo Ulloa, tuvo una connotación especial, al recordar a las víctimas del envenenamiento con el jarabe tóxico dietilenglicol y los calcinados en el autobús en la Avenida Martín Sosa- 23 de octubre (mejor conocida como La Cresta), hechos ocurridos en el año 2006.
Monseñor Ulloa, señaló durante su intervención, que mirando al país, lo más doloroso y trágico ha sido “la pérdida de vidas humanas”, refiriéndose al consumo masivo del jarabe dietilenglicol que acabó con la vida de más de 130 personas, y causado afectaciones a cientos de panameños a nivel nacional; así como las 18 víctimas que murieron calcinadas en el bus 8B-06, el 23 de octubre del año 2006.
El máximo representante de la iglesia católica panameña, señaló a las autoridades, "que no deben escatimar en esfuerzos para el esclarecimiento de los hechos".
Todos los implicados, los afectados y los que pudieran considerarse ajeno a este trágico acontecimiento, debemos hacer lo posible para que nunca más vuelva a suceder una desgracia semejante como la que vivimos”.
De igual forma, Ulloa señaló, “no debemos escudarnos en escusas”, sino que las personas e instituciones responsables preguntarse si hay manera de hacer mejor las cosas, “frente a la responsabilidad que tenemos en la vida”.
Aún los esfuerzos no bastan, frente a estos y otros casos graves vividos en el país, todavía la justicia no ha hecho lo que tiene que hacer. A 9 años todavía los expedientes duermen en el segundo tribunal de justicia”, señaló de manera enfática monseñor Ulloa.
Ulloa, reconoció que frente a este suceso, “se ha avanzado un poco”, al permitirles a los afectados con el jarabe tóxico dietilenglicol, el pago de una pensión vitalicia de carácter especial, a través de la aprobación en la Asamblea Nacional y sanción de parte del presidente de la República de Panamá, Juan Carlos Varela, el 7 de abril de 2015, que les otorga una pensión vitalicia de 600 dólares.
“Los familiares de estas víctimas, están en todo su derecho de seguir conociendo y exigiendo hasta donde sea posible la plena verdad de lo sucedido y de exigir responsabilidades a quienes la tengan, porque a los seres queridos fallecidos, nadie les devolverá la vida”, manifestó el Arzobispo Metropolitano.
Al concluir la eucaristía, Ulloa, envió un mensaje alentador a los familiares que se encontraban reunidos en la Parroquia Santa Marta, al señalar, “muchas de las víctimas del dietilenglicol han encontrado la fortaleza en la fe, sino se hubieran derrumbado y poco a poco han exigido en justicia, lo que merecían”.
El 11 de octubre del 2006, el Ministro de Salud (Minsa), Camilo Alleyne, durante el periodo gubernamental del expresidente Martin Torrijos, reportó el hallazgo del medicamento dietilenglicol, un expectorante líquido sin azúcar, producido en la Caja de Seguro Social (CSS), el cual se encontraba contaminado con sustancias no aptas para el consumo humano, lo que obligó a las autoridades a retirar el fatídico medicamento del mercado, que causó la intoxicación y muerte de cientos de panameños.