Proceso de paz en Colombia sigue siendo un 'gran reto', según embajadora
El proceso de paz que se ha establecido en Colombia, entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) no finaliza con el acuerdo que se logró, por el contrario se está iniciando, explicó la embajadora de Colombia en Panamá, Ángela Benedetti.
La diplomática aseguró que lo que se viene tras la firma del acuerdo, el próximo lunes 26 de septiembre en Cartagena, supone un nuevo reto.
Veinticuatro horas después de la firma, empieza el periodo desarme, para lo que se habilitarán zonas especiales, con seguridad y monitoreo por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En el lugar se hará una concentración en donde se les ofrecerá capacitación a quienes acudan a los puntos establecidos y permanecerán por un periodo de 40 días aproximadamente, participando del proceso.
Benedetti expresó que las personas que no han conocido otro escenario distinto al relacionado al de las FARC, aprendieron a ser valiosos en el campo y ello también contribuye de una excelente manera al desarrollo de un país.
Destacó que los exguerrilleros de las FARC están contentos con el proceso de paz que se está dando, “porque no estaban contentos con la vida que estaban llevando”.
Ayuda del Gobierno
Además de la ayuda psicosocial que se les va a dar, a los exguerrilleros, el Gobierno también les dará unos dineros de manera provisional.
Se les entregarán aproximadamente B/650.00 para que puedan regresar sus ciudades de origen en los casos que sea posible, encontrarse con su núcleo familiar.
El Gobierno de Juan Manuel Santos también pagará salarios equivalentes al 90% del salario mínimo colombiano, lo que vendría representando B/250.00. Esto por un periodo de 24 meses. Los que vayan más allá y desarrollen y presenten algún proyecto innovador ante las autoridades recibirán un aporte de B/2500.00.
El próximo 2 de octubre los colombianos deberán votar, mediante referéndum, si se acepta el acuerdo por la paz o no.
La embajadora describió el proceso como “una oportunidad para los colombianos, de por fin tener un país diferente al que han tenido por más de 50 años”.