Cifra de libros perdidos de la biblioteca del Instituto Nacional no es real, según informe del Meduca
Tras el escándalo surgido por la desaparición de libros y documentos de la biblioteca Eusebio A. Morales del Instituto Nacional (IN), el Ministerio de Educación (Meduca), inició una investigación de la que se han conocido los primeros resultados.
De acuerdo con el informe, no todos eran libros, pues en el último inventario se incluyeron en la lista las revistas, novelas, enciclopedias, diccionarios, poesías, cuentos, folletos, hojas sueltas, anuarios, textos sin clasificar y otros elementos que sumaban en 9 mil 59 unidades.
Según explicó el supervisor de auditoría del despacho superior del Meduca, Santos Bonilla, algunos de los documentos que había en la biblioteca, “en su mayoría eran desecho y eso no se podía cuantificar, estaba todo lamentablemente dañado producto de la filtración de agua, por las polillas, ácaros y hongos, lo que convirtió el lugar en insalubre”.
El último inventario del que se tiene información data de 2017.
El supervisor de auditoría agregó que se concluyó que las cifras mencionadas en principio no son reales, pues según las evidencias había mucho material que se pudo recuperar y el resto era desecho.
Toda la información está disponible para los interesados", dijo Bonilla.
La institución anunció la planificación para la remodelación y equipamiento de la biblioteca Eusebio A. Morales, para seguir brindando a la población estudiantil de ese plantel educativo el acceso a la cultura y el conocimiento en espacios más cómodos.
El material presentaba un 98% de deterioro por la humedad e infectados con chinches, ácaros y polillas, pero las obras pictóricas de Etanislao Arias de 1985 y Alberto Cedeño de 1975, permanecen intactas.
En el informe se tomó como base el último inventario existente, pues al momento de extraer los textos, por el nivel de daño que presentaban, no se podían contar.
En respuesta a la interrogante de los alumnos se dejó constancia de un acta de la auditoría realizada, así como la importancia de la evaluación de los riesgos por las condiciones de los libros y que, el grado de deterioro, estos se convirtieron en desechos.
Los alumnos recomendaron que la remodelada biblioteca debe tener sistemas de calefacción, aire acondicionado, filtros y termómetros que permitan crear un microclima propio en el que estén reguladas la temperatura, la humedad, la acidez y la ventilación.
Por su parte, el vicerrector del IN, Richard Dinger, dijo que los alumnos recibieron amplia información y se buscan respuestas a sus inquietudes.