Disminución de un 20%, entre las afectaciones generadas por las lluvias a la producción lechera

Ciudad de Panamá, Panamá/Las fuertes lluvias registradas durante las primeras semanas de noviembre han impactado de manera preocupante a la producción de leche en Panamá, generando una disminución del 15% al 20% en los volúmenes nacionales. Representantes de la Asociación Nacional de Procesadores de Leche (Anaprole) y la Asociación Nacional de Ganaderos (Anagan) han expresado preocupación por los efectos inmediatos y a largo plazo que estas condiciones climáticas están generando en la industria.

Según Euclides Díaz, director ejecutivo de Anagan, el cambio climático ha jugado un papel crucial en el impacto sobre la ganadería. Entre 2015 y 2024, Panamá ha enfrentado tres episodios de El Niño y tres de La Niña, cada uno dejando consecuencias significativas en la producción ganadera.

De acuerdo con Díaz, las lluvias no solo representan una pérdida momentánea, sino que también comprometen las inversiones de los productores, la salud del ganado y la calidad de los pastos. Aunque los animales puedan consumir alimento, señaló que la saturación de agua en los pastos afecta su valor nutricional, dado que el ganado necesita materia seca para una nutrición adecuada.

La malnutrición en los animales no solo reduce la producción de leche, sino que también aumenta la incidencia de enfermedades en el hato ganadero, generando impactos prolongados en el sector.

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Cifras alarmantes: pérdidas económicas y producción afectada

Por su parte, Natzare Bermúdez, representante de Anaprole, destacó que el país produce cerca de medio millón de litros de leche diarios durante los 365 días del año. Sin embargo, las recientes lluvias han reducido esta producción entre un 15% y un 20%, lo que equivale a pérdidas económicas de 1.2 millones de dólares en el último mes.

Manifestó que, hasta ahora, el impacto financiero ha sido absorbido de manera completa por los productores ganaderos y las plantas procesadoras. Sin embargo, afortunadamente, cuentan con inventarios de seguridad, lo que garantiza el abastecimiento en los mercados y evita que los consumidores enfrenten un aumento en los precios.

De manera paradójica, el arco seco panameño, conocido por su resistencia a las sequías, ha sido una de las regiones más afectadas por las intensas lluvias. Díaz explicó que los suelos de esta área, diseñados para soportar períodos secos, han colapsado bajo el exceso de agua.

El director ejecutivo advirtió que esto ha dificultado la acumulación de reservas de pasto para el próximo verano, lo que podría generar problemas más graves si se enfrenta un período seco severo.

Diálogo con el gobierno y medidas de emergencia

Ambos representantes destacaron que ya se han realizado reuniones con el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) y otros actores gubernamentales para evaluar la situación y tomar decisiones oportunas. Según Díaz, gracias a que el Gobierno Nacional ha iniciado el proceso para declarar la situación como emergencia nacional, se permite realizar desembolsos presupuestarios extraordinarios para apoyar a los productores.

Se pudo conocer que la colaboración con el Gobierno Nacional ha sido positiva hasta ahora, pero es crucial que estas evaluaciones se traduzcan en acciones concretas para que los productores puedan rehacer sus inversiones y enfrentar el próximo verano de manera adecuada.

A pesar de las dificultades, el sector lechero mantiene su compromiso con los consumidores. Bermúdez subrayó que la industria trabaja los 365 días del año para garantizar el abastecimiento de leche y productos lácteos en los mercados.

Solicitó a la población que se comprenda el esfuerzo detrás de esta industria, que no descansa ni un solo día. A pesar de los desafíos, siguen velando por la calidad y la disponibilidad de nuestros productos.