26 años después de la invasión, el “dolor” sigue vivo
Las huellas que dejó la invasión en Panamá después de 26 años, sigue atado en los corazones de miles de víctimas, familiares, amigos y panameños.
Y es que un día como hoy, 20 de diciembre, pero de 1989, las tropas norteamericanas se tomaron la tierra canalera para descargar su arsenal con un único objetivo “acabar con el régimen militar del exgeneral, Manuel Antonio Noriega”.
El barrio de El Chorrillo, fue el primero que vivió los estragos de aquella noche, donde muchos se encontraban bajo el refugio de sus hogares descansando, tocándoles vivir las más terrible experiencia.
Inocentes pagaron las discordias de un dictador, era como un cuento de terror que marcó la vida de innumerables panameños, quienes esa noche sin imaginar lo que les esperaba, se despedían de la tierra que los vio nacer y de sus seres amados.
La invasión de las tropas estadounidenses en 1989, arrasó a tiros puntos claves en el país, con una masacre caracterizada por actos de violencia, hostigamiento y tortura, en la búsqueda del exhombre fuerte de Panamá.
Noriega, quien se había refugiado en la residencia del Nuncio Apostólico en Paitilla, al ver la presión que ejercían sobre él y el incidente nacional, se rindió a las autoridades estadounidenses el 4 de enero de 1990, por lo que fue llevado a los Estados Unidos para ser encausado bajo acusaciones de tráfico de drogas y lavado de dinero. (Hoy paga una condena en el Centro Penitenciario El Renacer en Panamá).
Este suceso, desencadenó la peor crisis social y económica vivida en el República panameña, y a 26 años de tan lamentable hecho, “el dolor sigue vivo” como el primer día.
Trinidad Ayola, es la presidenta de la Asociación de Familiares y Amigos del 20 de diciembre de 1989, relató a TVN-2.com, que aún no supera el haber perdido a su esposo, quien era uno de los pilotos de helicóptero utilizado por el exgeneral Noriega.
Ha sido una tortura este caminar, yo no quería vivir, tenía 33 años y mi esposo 28, sufrí mucho”, relató Ayola a este medio de comunicación.
Ayola señaló que su hija de tan solo 3 años al enterarse que su “papito” había muerto decía:
Yo me quiero ir con él, yo le decía pero tienes que quedarte conmigo y ella me decía que no quería, que quería morir también. Ella no me daba fuerzas, nos costó más de 7 años reponernos a la pérdida y aún sigue estando vivo el dolor”, contó con voz temblorosa al recordar ese triste suceso.
Como Ayola, existen miles de panameños a quienes les es imposible olvidar y es que como explicó a TVN-2.com, a través de la asociación buscan crear conciencia y que se declare el 20 de diciembre como "Día de Duelo Nacional".
Esto días nos llevan a recordar la manera más cruel en la que fuimos invadidos, hubo tantas familias rotas, otros se quedaron sin sustento económico. Esto dejó secuelas y por ellos, estamos solicitando que se declare el Día de Duelo Nacional, porque buscamos justicia y paz”, señaló de manera enfática la presidenta de la asociación.
Ante estos hechos, junto con la Cancillería de la República, se ha creado la Comisión 20 de Diciembre, con la finalidad de “definir la cantidad de afectados, llegar a la verdad y lograr justicia”.
Ayola, espera que los hijos y familiares de las víctimas, sean tomados en cuenta dentro las políticas de Estado del país, y puedan garantizar el goce de la tan esperada justicia de quienes no podrán volver a tener a su lado a quienes se convirtieron en los mártires de la invasión.