Consideran que falta de autonomía en proyectos de inversión pública afecta la economía

El anuncio de la suspensión de la construcción del cuarto puente sobre el Canal de Panamá genera preocupación, no solo en los residentes del sector Oeste quienes verán su esperanza de reducir los tranques extendida a un futuro que aún no tiene fecha, sino también, en el sector de la construcción y en la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos.

Gerónimo Espitia, vocero del gremio recordó en Noticias AM, todos los episodios que se han vivido para iniciar esta importante obra de movilidad y se preguntó ¿Qué pasó con el préstamo que había sido gestionado con Japón durante el gobierno pasado?

“En el 2016 en el gobierno de Varela se firmó un acuerdo de préstamo con Japón que incluía el puente, ese préstamo fue de 2.5 mil millones de dólares para la obra completa (cuarto puente y línea 3 del Metro) con 7 años de gracia ¿Dónde quedó ese capital?”, cuestionó Espitia.

El ingeniero recordó que en el gobierno pasado la obra estaba siendo llevada por la Secretaría del Metro, el estudio de impacto ambiental fue realizado por el Ministerio de la Presidencia, pero bajo la tutela de la Secretaría del Metro, sin embargo, luego, el Ministro de Obras Públicas en aquel entonces decidió que la obra completa debía ser llevada por esa cartera.

Posteriormente, en la actual administración se tomó la decisión de separar las obras, o sea, el puente y la Línea 3 por separado, debido a que la empresa china hace una propuesta totalmente diferente en lo estructural, donde se elimina la construcción de la línea 3 del metro.

“En el préstamo con Japón de 2.5 billones incluía el equipamiento con la tecnología japonesa, al separar los proyectos el puente está por el orden de 1.2 a 1.5 billones de dólares y se habla de un costo de 2.5 billones en el túnel, entonces hay un sobre costo al separar la obra”, explicó.

Agregó que en su momento la Autoridad del Canal de Panamá expresó su preocupación por el concepto de que si se hace la ampliación para aumentar la capacidad de carga de los barcos que generará un nuevo calado, el túnel pondría ciertas limitaciones en la inversión que se vaya a hacer.

Espitia considera que el problema es que cada gobierno llega con su librito, hace borrón y cuenta nueva sin entender que hubo una inversión pública que se hizo. “Se desarticuló un proyecto sin sustentación científica ni técnica que lo avale”.

Finalmente, el vocero de la SPIA aseguró que la movilidad tiene que verse desde una perspectiva sistémica y no de una línea, ya que el estudio que se hizo, se dice que se van a movilizar 2 mil 800 autos desde el sector de Arraiján, pero según las proyecciones, para 2045 tendremos más de 600 mil personas viviendo en el sector Oeste.

“No hay autonomía en las decisiones que se toman en inversión pública y los más afectados son la población y nuestra economía”, puntualizó.