Depósito domiciliario a Noriega, entre la aprobación y el rechazo
El exgeneral Manuel Antonio Noriega, regresó a Panamá el 11 de diciembre de 2011, tras 21 años y 11 meses de haber estado preso, en cárceles de Estados Unidos y Francia.
Su regreso, reavivó heridas, odios, rencores, pero sobre todo dolor entre todas las personas que fueron víctimas de la dictadura que se vivió en Panamá, entre los años 1983 y 1989. Año en que se dio la invasión de Estados Unidos a Panamá.
Noriega sin ser el líder con poder de aquel entonces, siempre genera polémica y su actual estado de salud ha reactivado un nuevo debate, ya que su equipo de abogados presentará una solicitud a las autoridades judiciales, para que se le otorgue un depósito domiciliario por lo crítico de su estado de Salud.
En ese sentido, el excoronel Roberto Díaz Herrera, quien aseguró haber vivido grandes y graves consecuencias, por haber sido el detonante de la invasión, dijo que a la edad de Noriega, con la serie de enfermedades que está padeciendo, entre las que está el tumor en la cabeza, que aunque es benigno, es capaz de incapacitar a cualquier persona, debería poder estar el resto de sus días en casa.
Sin embargo, Díaz expresó que el tema hay que verlo y analizarlo en dos vértices, por una parte lo legal y judicial, en el que las autoridades deben ejecutar los procesos legales para determinar si cabe la posibilidad de que pueda permanecer en depósito domiciliario.
Díaz también considera que el exgeneral ha pasado el suficiente tiempo en la cárcel y dadas las condiciones de su estado de salud, es muy difícil que le haga daño a alguien.
Tema complicado
Una opinión muy parecida a la de Díaz, comparte uno de los integrantes de lo que fuera la Cruzada Civilista, Aurelio Barría, quien asegura que el tema es complejo, porque el hecho de trasladar a Noriega es un tema de naturaleza legal y humanitaria.
“No es necesario que Noriega se pudra en la cárcel” – Barria.
Barría expresó que la sociedad panameña ya debe ir sanando la herida que causó Noriega, que también debería incluir un perdón por parte del exgeneral y una vez ocurra esto, pueda ser operado y gozar de casa por cárcel, en cumplimiento de las sentencias con las que deba cumplir.
Sin rencores
Petra de Ortega, viuda del subteniente Ismael Ortega, uno de los militares asesinados el 3 de octubre de 1989, por órdenes de Noriega durante uno de los intentos por sacar del poder al exdictador, dijo que lo perdonan pero no olvidarán que fue algo “muy sucio”.
“Ya él está enfermo y si le quieren dar casa por cárcel no nos vamos a oponer, ya que con el odio y el rencor no vamos a traer de vuelta a nuestros familiares”, dijo la viuda.
Blanca Lizondro de Sandoval otra de las víctimas de la dictadura, quien también perdió a su esposo, Edgardo Sandoval, aseguró que prefiere mantenerse un poco alejada de todo tipo de pronunciamiento, porque siente que no es tomada en cuenta por las autoridades.
“Aunque yo diga que si o que no estoy de acuerdo con que se le otorgue depósito domiciliario, las autoridades harán lo que ellos quieren”, indicó.
El recorrido de Noriega
Estados Unidos condenó a Noriega a 40 años de prisión por ocho cargos relacionados al narcotráfico, entre los que se mencionaban conspirar para introducir droga en ese país. Además de lavado de dinero.
En el país norteamericano pagó casi 20 años de cárcel ante de su extradición en el mes de abril del año 2010 a Francia. Las autoridades de este Gobierno europeo le reclamaban por los delitos de blanqueo de tres millones de dólares en los años 80.
Estando en París fue sentenciado a siete años y recluido en la prisión de La Santé. Posteriormente un juzgado francés aceptó una solicitud de extradición por parte de Panamá.
En cuanto llegó al País, fue trasladado bajo estrictas medidas de seguridad a la Cárcel El Renacer. En Panamá, debe afrontar condenas por los homicidios del médico Hugo Spadafora y del mayor Moisés Giroldi, así como por la desaparición de otras dos personas, una de éstas Heliodoro Portugal y acusaciones de violación a los derechos humanos. Por todos estos delitos se suman 60 años de prisión.