Decretan detención provisional para dos extranjeros por comercio de aletas de tiburón

Ciudad de Panamá, Panamá/La Fiscalía Primera Superior contra la Delincuencia Organizada y la Fiscalía Superior de Ambiente lograron que el juez de garantías, Manuel Sánchez, dictaminara la detención provisional para dos personas, una de origen asiático y un nicaragüense, mientras que tres personas más quedaron bajo arresto domiciliario por su vinculación en los delitos de delincuencia organizada y contra la vida silvestre, en sus modalidades de tráfico y comercialización de especies protegidas.

Durante la audiencia de garantías celebrada ayer, viernes 14 de julio, el Ministerio Público estuvo representado por los fiscales Efraín Gálvez y Fátima Sánchez quienes presentaron pruebas contundentes basadas en los informes policiales de seguimiento y vigilancia, testimonios de biólogos, informes de allanamientos y registros bancarios.

Estos elementos de convicción respaldaron las solicitudes de legalización de la aprehensión, imputación de cargos y las medidas cautelares mencionadas anteriormente. En dicha audiencia, el fiscal Gálvez describió a detalle el modus operandi que mantenían los implicados en esta red delictiva.

Hechos del caso

El pasado 13 de julio la entidad, en colaboración con la Policía Nacional, ejecutaron la operación "Shark", en donde se dio con la aprehensión de estas personas. Durante los allanamientos realizados, se incautaron un total de 135,000 aletas de tiburón y caballitos de mar, evidenciando la magnitud de la actividad ilegal desplegada por esta red criminal.

Según Gálvez, todo esto comenzó con dos personas de nacionalidad panameña quienes eran las que se dedicaban a la pesca y extracción de estas aletas, para luego entregarlas a una mujer de origen asiática. Se conoció que esta mujer era la encargada de financiar y coordinar la actividad en colaboración con una persona de nacionalidad colombiana.

Una vez que ambas extranjeras recibían la mercancía, procedían a trasladarla a una finca ubicada en el sector de La Pita, en Capira, donde el hombre de origen nicaragüense participaba en el proceso de secado, horneado, almacenamiento y custodia de las aletas de tiburón.

Además, se pudo comprobar a través de certificaciones emitidas por el Ministerio de Ambiente, Autoridad Marítima de Panamá, Autoridad de Recursos Acuáticos de Panamá y el Ministerio de Comercio e Industrias, que los acusados no poseían los permisos ni las autorizaciones requeridas para la pesca, comercialización y exportación de especies de tiburón.