Crisis Migratoria: Panamá pide a Colombia colaborar con información
Migrantes Darién
El Defensor del Pueblo manifestó que no se está recibiendo información de cuántas personas salen de Colombia, lo que es necesario para un mayor control.
La crisis migratoria en la selva de Darién se profundiza, al mismo tiempo que Estados Unidos (EEUU) anuncia nuevas medidas para acoger a venezolanos que ingresen por aeropuerto y tengan una especie de “padrino” que sirva como representante legal, mientras que anuncia la expulsión de aquellos que ingresen por la frontera de México.
Para este 2022, la cifra de venezolanos que han cruzado la peligrosa selva supera a los nacionales de Haití y Cuba que por años encabezaron la lista, y la situación parece que se agravará en los próximos días.
Según el defensor del Pueblo, Eduardo Leblanc, esta es la segunda vez en dos años que ocurre un represamiento en el sector de Necoclí en Colombia por la falta de lanchas que puedan hacerle frente a la alta demanda. En la primera ocasión ocurrió con los haitianos, ahora con los venezolanos que están migrando en masa hacia el norte de América.
Considera que las medidas anunciadas por Estados Unidos solo van a provocar un embudo en Centroamérica, ya que, estos migrantes seguirán ingresando por la selva debido a que Panamá tiene un flujo regular.
Detalló que, en comunicaciones con Colombia, se decía que Panamá había cerrado la frontera, "lo que es falso, porque la frontera en Darién no se puede cerrar". Destacó que Panamá es el único país que tiene control de la entrada y salida de migrantes, de igual manera existen personas que esperan que le envíen dinero para poder continuar la travesía.
“Hay que indicarle a Colombia, con todo respeto, ellos también son signatarios por lo que que también deben cumplir con la información y el ordenamiento para que la migración sea ordenada, segura y regular”, manifestó.
Leblanc afirmó que el 70% de los migrantes que han cruzado la selva en lo que va del 2022 son venezolanos.
Sostuvo que el país realiza un control biométrico de las personas que ingresan de forma ilegal, esto, aunque no tengan los documentos correspondientes.
Agregó que, con el cierre de la frontera en Estados Unidos, el embudo no se dará en Panamá, sino en México y países más cercanos.
En conversaciones con algunos migrantes venezolanos que han podido llegar a Chiriquí, conocieron que hay quienes han tenido que regalar a sus hijos porque ya no pueden seguir más, otros recomiendan no cruzar la selva.
El defensor del Pueblo dijo que hay una lucha desde la Defensoría y el Servicio de Migración para que Colombia entregue información de cuántas personas, hombres, menores y mujeres, salen de para saber cuántas deben ingresar a Panamá y así poder determinar si algunos se quedaron en el camino o no.
“Yo tengo que decir la verdad, no están colaborando en ese aspecto. Nosotros necesitamos de la República de Colombia, vienen tantas personas, vienen tantos niños para poder saber cuántos llegan sanos y salvo a Panamá”, expresó.
Aseguró que quienes llegan a Chiriquí pueden continuar su camino, y aunque hay gran cantidad de migrantes, son aquellos que están esperando una remesa, sin embargo, entre el 80 y 90% sale del país.
En cuanto al impacto ecológico en la selva de Darién, Leblanc indicó que este es un problema que ya fue expuesto a las organizaciones internacionales, lastimosamente no se ha hecho eco de la situación. Aseguró que en Colombia venden kit de migración y en Darién quedan botas, maletas, y hasta colchonetas, por lo que han hablado y pedido que vendan artículos esenciales.
Destacó que, si no se hace un trabajo en conjunto desde los países de tránsito hasta el país de destino, entonces la situación seguirá empeorando.
Aprovechó para hacer un llamado a los pueblos panameños que se benefician de la migración, a tener un poco de autogestión de los miles de dólares que están ingresando para que velen por el bien de la zona.
Dijo que la migración es un derecho humano, y estas personas salen de sus países por los problemas que tienen que enfrentar, por lo que no hay que verlos como una amenaza.