Crisis de energía se da por improvisación y falta de planificación

En mayo de 2013, dos plantas térmicas salieron del sistema por daños. En abril de este año se dio la paralización de otra termoeléctrica. Situaciones que agravaron la crisis del sector energético, ya difícil por el bajo nivel de los embalses de las hidroeléctricas.

Omar Aizpurúa, vicerrector académico de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), señaló que se habla de una inversión de 8.7 billones de dólares, “eso debía invertir el Estado o la empresa privada para tener energía planificada al 2026… nos quedamos sin energía porque tenemos eso planificado, pero no lo ejecutamos”.

Estaba previsto que la tercera línea de transmisión entraría al sistema el año pasado, pero fue finalmente aprobada en marzo de este año, atraso que ocasiona que la energía no pueda ser traída a la ciudad capital. Para los expertos, esto significa falta de planificación e improvisación en un sector altamente sensitivo.

El economista Adolfo Quintero señaló que el país tenía que desarrollar una política de oferta energética con todos los mecanismos de generación y transmisión y no se ha hecho. Para los próximos dos años y medio no hay capacidad de respuesta, indicó.

El crecimiento de la demanda pone presión al sistema, que actualmente tiene 1800 megavatios de potencia firme. Con la llegada del fenómeno del niño para el último trimestre del año, el gobierno anunció medidas.

Iván Barría, gerente de la Empresa de Transmisión Eléctrica (Etesa), dijo que de enero a junio de 2015 se usaran plantas rápidas más eficientes, a fin de salvar la situación hasta el 2017. Esto, a su juicio, “nos da oportunidad de contratar en 5 años plantas más eficientes”.

La capacidad instalada de energía en el país proviene en un 63.9% de la hidráulica, un 15,2% de la térmica de búnker, 12.9% de la térmica de diésel, 5.3% de la térmica de carbón, 2.4% de la eólica y un 0.11% de la solar, haciendo un total de 2,231.6 mw.

Pero toda esa energía no se puede traer a la ciudad, porque las líneas de transmisión ya no tienen capacidad. Aizpurúa señaló que en el caso de que el pico de demanda eléctrica coincide con una falla de la hidroeléctrica de Fortuna, que puede mantener una potencia de 300 mw, hay un colapso total a nivel nacional.

El plan de acción energética del gobierno contempla terminar la tercera línea de transmisión, mejorar la eficiencia de transmisión de la línea 1 y 2, mejorar las líneas entre Panamá y Colón y el plan de interconexión con Colombia.

Sobre ese proyecto, Barría señaló que se espera trabajar en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) en octubre de este año, luego se toma un año más para permisos, y si todo sale bien, en 2016 se inicia la construcción para iniciar operaciones en 2018.

Para el 2014 se espera la entrada en operación comercial de las hidroeléctricas Monte Lirio, San Lorenzo, La Potra, Salsipuedes y San Andrés. Para el 2015 se prevén que inicien El Alto, Barro Blanco, Bonyic, Marañón, Pando, Portobelo, Los Planetas y el eólico Rosa de Los Vientos, primera etapa. Mientras, para el 2016 deben entrar en su segunda etapa Nuevo Chagres, Portobelo y Rosa de Los Vientos, generando 523.17 mw.

Quintero asegura que se puede dar una respuesta al problema a corto plazo, pero será costosa, y ese incremento en los costos será transferido al consumidor.

El pan recién horneado es el sello que distingue a la panadería Tía Mamy. Su propietario, Alberto Pereira, está esperando el anuncio de los ajustes al subsidio eléctrico, y cuánto se podría encarecer su producto. “Depende de cómo se afecte a uno, así será el control de precios”, declaró.

La cuarta línea de transmisión será licitada en el 2015, ya que cuando se termine de construir la hidroeléctrica Chang II y otros proyectos, no habrá como traer esa energía a la ciudad.