La COVID-19 y su impacto social en un Panamá desigual
El 35% de la población no tiene seguridad social en Panamá, según el PNUD.
Sectores señalan que se debe rediseñar las rutas, prioridades y programas sociales.
Hay efectos diferenciados de la cuarentena y etapa post COVID-19 sobre hombres y mujeres.
Han transcurrido 5 meses de pandemia de COVID-19, los cuales han causado una dura crisis en la sociedad panameña, afectando las oportunidades de desarrollo, aumentando los índices de desigualdad y acrecentando la vulnerabilidad de las poblaciones en riesgo. A pesar de estos problemas, hay sectores que apuntan que la actual situación sea una oportunidad para diseñar un Panamá más equitativo.
En el documento “Impacto del COVID-19 en Panamá: análisis socioeconómico” presentado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) se identificaron “debilidades estructurales que afectan las oportunidades de desarrollo de las personas de acuerdo con su ciclo de vida, género, etnia, nivel socioeconómico y condiciones particulares como: la discapacidad, situación migratoria y necesidades de protección, entre otras”.
En las cifras previas a la pandemia en Panamá, según el informe del PNUD, “cerca del 35% de la población no tiene seguridad social, 65% está cubierta, pero sólo cerca del 30% son asegurados directos y el resto son dependientes. Al desagregar el acceso a seguridad social por sexo, se observa que un 45% de las mujeres no tiene cobertura”.
Según el PNUD, los principales efectos socioeconómicos de la pandemia para Panamá son:
- Presión sobre el sistema sanitario: déficit de recursos.
- Reducción del crecimiento económico.
- Seguridad alimentaria y nutricional: conseguir alimentos de calidad.
- Aumento del desempleo.
- Presión sobre las tareas de cuidado en los hogares y el acceso a servicios.
- Efectos diferenciados de la cuarentena y etapa post COVID-19 sobre hombres y mujeres.
A nivel del Gobierno, el programa Panamá Solidario fue uno de los primeros esfuerzos de la administración del presidente Laurentino Cortizo para ayudar a la población afectada por la crisis del COVID-19. También se han anunciado apoyos a diversos sectores económicos y se han promulgado leyes de moratoria a los servicios públicos y de carácter fiscal, además de otras relacionadas al empleo.
En medio de la pandemia, ministerios importantes en el esfuerzo mitigar la crisis, sufrieron cambios en sus figuras principales.
Rosario Tuner fue reemplazada como ministra de Salud por Luis Francisco Sucre, mientras que en el Ministerio de Desarrollo Social (Mides), Markova Concepción salió como timonel de esta entidad, para asumir otro cargo en el Gobierno, siendo designada María Inés Castillo López en el puesto.
Rediseño de programas
La exministra de Desarrollo Social, Leonor Calderón reiteró en una entrevista a TVN Noticias que este virus tomó por sorpresa a todos los países y Panamá no escapa de la realidad, lo que obliga a rediseñar las rutas, prioridades y programas.
“El COVID ha venido a ponernos en evidencia las grandes situaciones, brechas que teníamos en nuestra sociedad (…) nosotros veníamos arrastrando desde hace décadas esta situación de desigualdad”, acotó Calderón.
La exministra sostuvo, que, con la pandemia, quedó en evidencia la fragilidad institucional en Panamá. Recomendó a la actual administración que establezca prioridades claras, volviendo a la comunidad, desarrollando productores, fortaleciendo la educación en todos los sectores y trabajar en la equidad.
Credibilidad y liderazgo
Para el investigador social Gilberto Toro, las personas están esperando liderazgos sólidos y no “ser mendigos en un país donde se habla de millones de dólares, pero te regatean un bono”.
Para Gilberto Toro, hay escándalos en el gobierno que están enviando un “mensaje perverso” y antivalores, lo que traerá como consecuencias que "se pierda la credibilidad, la confianza y a la postre el respeto”.
En el tema social, señaló Toro a TVN Noticias, que la pandemia muestra claramente las diferencias que se dan entre “los que pueden acaparar y los que no pueden”.
Para Toro, como estrategia social “hay que peinar las comunidades con equipos bien evaluados y diseñados, porque hay gente pidiendo auxilio”.
“Debemos estar enfocados que no vamos a volver a ser los mismos, por eso hablamos de nueva normalidad, porque ya hay valores que pasaron a la historia, habrá otros tipos de formas de relacionar y de trabajo”, afirmó el investigador social.
Salud pública
El doctor Gerardo Alfaro, de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Panamá, declaró a EFE que “las estructuras regionales deben tener un liderazgo activo. Hay que blindar con acciones de políticas de salud estandarizadas y hacer lo que se ha mostrado en el tiempo que es efectivo (…) La pandemia debe generarnos aprendizaje”.
Para Alfaro, la región está en fase de transmisión comunitaria, y que en el caso de Panamá ha fortalecido su capacidad de laboratorio y pruebas diarias.
El representante de la OPS en Panamá indica que, "la apertura económica va asociada a nuevos focos de contagio", por lo que la información para el autocuido, el establecimiento y seguimiento de medidas de bioseguridad en el transporte público y en el trabajo son fundamentales para ayudar a la población.
Oportunidad
Un estudio complementario del PNUD, llamado “Análisis socioeconómico del impacto del COVID-19 en Panamá” señala que el gobierno ha reaccionado a la pandemia con una “serie de políticas de mitigación de los efectos económicos que buscan apoyar a segmentos de la población vulnerables”, aunque añade que, “pueden resultar insuficientes si no se les complementa con medidas más agresivas de soporte a la población en situación de pobreza y aquellos en la informalidad laboral o el desempleo”.
El PNUD recomienda “acciones transformadoras más profundas asociadas a repensar el Estado en su conjunto, desde un nuevo Pacto Social que ayude a construir, desde la igualdad, la gobernanza y la sostenibilidad, con claridad sobre el rol de cada sector, los mecanismos de aportación y de distribución de los recursos y las herramientas para el manejo de los conflictos”.
Finaliza el PNUD señalando que:
La crisis nos ofrece una oportunidad trascendental de pensar en cómo debe ser una sociedad más equitativa en Panamá”.