COVID-19, el doble reto de las personas con otras enfermedades
Aunque la mayor parte de las personas fallecidas por COVID-19 están en rangos de edad superior a los 60 años, hay otros factores de riesgo importantes que se deben tomar en cuenta, sobre todo a partir de este lunes, cuando el país entre en la fase de reversión de la cuarentena.
“En nuestro país existe un grupo de pacientes cada vez mayor que padecen de enfermedades crónicas, que son enfermedades prácticamente incurables”, dijo el presidente de la Asociación de Medicina Crítica y Terapia Intensiva, Alfredo Matos.
Además de los fumadores, o quienes padecen de la tos del fumador, también están en riesgo de complicarse si enferman de COVID-19 los que tienen cuadros pulmonares, los asmáticos, los diabéticos, los hipertensos, las personas con enfermedades del corazón, quienes tienen insuficiencia renal y las personas desnutridas.
“Necesitamos medidas preventivas agresivas para proteger a personas con diabetes, con enfermedades respiratorias y cardiovasculares del coronavirus”, reclamó esta semana Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud.
Claude Brett, especialista en salud pública, asegura que la relación entre enfermedades no transmisibles como diabetes e hipertensión con COVID-19 habla también de la disparidad social. La gente con menos recursos es más propensa a padecerlas.
“Afecta de forma desproporcionadamente a las poblaciones más vulnerables desde el punto de vista social, económico, educacional. Las que no tengan acceso a una buena vivienda, trabajo seguro, buena educación, no tienen acceso tampoco a buena alimentación”, explicó.
El censo de salud preventiva de 2018 aplicado a 1.4 millones de personas estableció que el 45% no sabía que tenía obesidad, una fuente de amplios problemas de salud que nos hacen vulnerables a desarrollar complicaciones por coronavirus. Casi 40% padecía de colesterol y no lo sabía, 35% de hipertensión y 14% de diabetes.
Es probable que este lunes, cientos de personas con problemas de salud como estos salgan a las calles sin saberlo y no tomen precauciones.
Bett sostuvo que estas personas “tienen el mayor riesgo de contagiarse sumado a mayor riesgo de que si se contagia se complique y llegue a la muerte”.
Pero estos no son los únicos problemas de salud que pueden complicar un cuadro de COVID-19: también personas con enfermedades autoinmunes como artritis y esclerosis, niños con enfermedades crónicas de fondo, personas con VIH o cáncer, y personas inmunosuprimidas, como los que toman medicamentos contra la psoriasis, o para prevenir el rechazo a trasplantes de órganos como los riñones, o para combatir el lupus.
Estos evitan que el sistema inmune ataque órganos del cuerpo. Al estar las defensas bajas hay más probabilidad de enfermarse y de no responder adecuadamente.
El doctor Matos ha pedido estar “atentos a lavarse las manos lo más que se pueda, mantener el distanciamiento”.
“Tememos que vaya a haber un rebrote de casos. Esta liberación –insiste- va a poner a prueba la responsabilidad de cada uno”, destacó el especialista.