¿Debería contar Panamá con un organismo como la Cicig para combatir la corrupción?

La justicia panameña está en tela de duda. Un 90% de los panameños y panameñas considera que habrá impunidad en el caso Odebrecht, de acuerdo a una reciente encuesta de Dichter & Neira para TVN Noticias.

En los escalones de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) manifestantes se disfrazan de cucarachas para protestar por las acciones del Órgano Judicial. Abogados, trabajadores de la construcción, empresarios, activistas y panameños de a pie unen sus voces para exigir justicia en el país.

La desconfianza en las instituciones es generalizada. La última encuesta de Dichter & Neira revela que el 84% de los panameños creen que el Gobierno de Juan Carlos Varela tiene poca, o ninguna, transparencia. Un 29% califica negativamente la labor de la procuradora Kenia Porcell y 36% señaló que “no la conoce”. Y la confianza en el contralor Federico Humbert cayó gradualmente de 52% en mayo del 2015 a 25% en septiembre de 2017.

Entonces, ¿qué alternativas existen?

En Guatemala se instauró la Comisión Internacional Contra la Impunidad (Cicig). Un organismo facultado para hacer investigaciones penales y trabajar en conjunto con el Ministerio Público.

En el hermano país centroamericano, la Cicig fue clave en forzar la renuncia del presidente Otto Pérez, tras una investigación por corrupción en las aduanas en un caso denominado “La Línea”. El trabajo de la Cicig fue tan importante que su cabeza, Iván Velásquez, ahora es conocido como “Iván el Temible”.

Este organismo fue creado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a petición del gobierno de Guatemala. Sus fondos provienen de dineros ya designados por el organismo internacional al país centroamericano.

Para Horacio Icaza, del Movimiento Independiente (Movin), la creación de un organismo como la Cicig, o algún otro similar como una Fiscalía Especial, sería recomendable para Panamá.

Lamentó el “fracaso del gobierno en materia de transparencia” y denunció la existencia de un sistema que “favorece las acciones corruptas”. Enfatizó que el cambio debe venir de la presión ciudadana, de dar la cara como panameños y dejar la apatía.

No es el único que ha advertido sobre la opacidad en las instituciones y la desconfianza en el sistema de justicia. El Foro Económico Mundial también señaló esta realidad durante su última evaluación de competitividad, en la que Panamá descendió 8 posiciones en comparación al año anterior.