Consideran que crímenes 'violentos' en Panamá son 'modelos aprendidos de países vecinos'
Crímenes en Panamá
Ciudad de Panamá/Los actos atroces de homicidios y violencia que se han estado presentado en el país en los últimos tiempos, podría ser considerado como una serie de situaciones de inequidad y parte de que se ve vive en una sociedad llena de conflictos, dijo el psicólogo y criminólogo, Fernando Murray.
Explicó en Noticias AM que, medir la violencia en función de la característica del delito, no es un elemento del todo convincente, puesto que tiene diferentes expresiones y contextos, dicho de esta manera, por ejemplo, hay formas de violencia simbólica, físicas y mirando cifras estadísticas atribuyendo la disminución en los hechos de homicidio, es un elemento que no garantiza conocer la dinámica de la violencia que es paralela a la criminalidad.
Considerando esta situación, debe quedar claro, según el criminólogo, que la criminalidad y la violencia son dos eventos distintos.
Por otro lado, la modalidad de cercenamiento y decapitación, es una expresión de la subcultura criminal en función de varias consideraciones, es decir, se pudiera estar bajo la posibilidad de enviar un mensaje de intimidación de un grupo criminal frente a otro, o de triunfalismo de un grupo y otro.
Esta brutalidad y expresión extremo criminal, son modos que cada día incursionan en el ámbito de la delincuencia criolla, y que hace ver que la criminalidad no es tan localista, son modalidades que se han observado durante años en países vecinos donde hay estructuras criminales mucho más organizadas, como las maras, en términos de victimizar a la población.
También podría existir una correlación entre este tipo de eventos y los procesos o acciones que se generan en torno a decomisos de cargamentos de droga.
Violencia contra policías
Sobre las conductas violentas de los individuos, Murray se refirió al reciente caso en donde policías fueron atacados por un grupo de individuos en la provincia de Bocas del Toro, acto que catalogó de lamentable, porque estos modelos de demostración de violencia generan predisposición que esta conducta sea recurrente, por lo que la ley debe aplicarse con toda rigurosidad.
"Es lamentable cuando se llega a desafiar la autoridad y evidencia los niveles de inadaptación frente a los controles sociales" puntualizó.