Cobertura especial: Lacunza condena la corrupción y la califica como robo a los pobres
El cardenal de Panamá, José Luis Lacunza, condenó fuertemente la corrupción que constituye un robo a los pobres, así como también la indiferencia hacia los más necesitados.
Durante su homilía de este Domingo de Cuaresma, en Atalaya, planteó la importancia de "usar los bienes estatales de la mejor manera posible", ya que "el fraude y la malversación constituyen un robo inaceptable a los pobres".
Dado que estamos en un mundo en donde se ha globalizado hasta la indiferencia, el nuevo cardenal sugirió la necesidad de globalizar la solidaridad, tal como se ha hecho con la indiferencia.
"No podemos seguir siendo indiferentes, no importa a qué partidos pertenezcan o qué grupo social todos somos hermanos y hermanas", precisó el sacerdote.
Asimismo, calificó como "inaceptable" que entre el 20 y 30 % de los panameños vivan en condiciones de pobreza y no tengan acceso a una salud digna, una realidad a la que instó "ningún cristiano puede quedarse con la boca cerrada".
Lacunza hizo un llamado para "luchar por la dignidad de nuestros hermanos, tomar en serio las necesidades de nuestro pueblo".
Como un llamado para interpretar la luz de la fe, el cardenal Lacunza replicó las palabras del profeta Isaías: "Dios jamás se olvida de ninguno de sus hijos. Debemos saber expresar la ternura de Dios a nuestros hermanos".
El nuevo cardenal invitó a la feligresía panameña a deponer nuestras diferencias políticas, culturales, y contribuir con nuestros aportes al mejoramiento de la sociedad panameña: "Lo que a mí me enriquece que enriquezca a los demás y no guardarlo egoístamente".
Finalmente pidió a los panameños desarrollar un corazón sensible al prójimo, una "gracia" que reiteró debemos pedirla al Nazareno de Atalaya para ponernos al servicio de los demás.