Conoce el protocolo de desarrollo y distribución de una vacuna para la COVID-19

Encontrar una cura a través de la fabricación de vacunas, para frenar el contagio del virus de la COVID-19, se ha convertido en un reto para los científicos a nivel mundial, sin embargo, este proceso debe seguir una serie de protocolos y precisamente, el científico panameño Ibis Sánchez, explicó este lunes 20 de julio, cuáles son los mitos y realidades tras este esfuerzo.

El experto, oriundo de la provincia de Veraguas preparó un protocolo que ha sido compartido por importantes revistas científicas en las últimas semanas, respecto a los procesos del desarrollo de una vacuna y su posterior distribución.

Según Sánchez, es de suma importancia, primeramente establecer una estrategia, lo que significa no solo trabajar en el laboratorio, pasar por los ensayos clínicos y luego la distribución de la vacuna, sino más que todo, es un proceso de colaboración internacional, entre la academia, la industria y cómo ir pasando estas etapas de manera exitosa.

En el caso de Sánchez se trata de "The Core Model", que fue creado en el 2004, y es la unión de esfuerzos simultáneos, entre los sectores públicos y privados”.

El científico indicó que 10 de las vacunas que se fabrican actualmente en el mundo, están bastante avanzadas de un total de 198 que se desarrollan.

Estas 10 vacunas, ya se encuentran en la fase preclínica y varias compañías están en la fase de ensayos.

Algunas de estas vacunas han demostrado que en efecto, se producen los anticuerpos neutralizantes, lo cual es muy importante en la contención de la enfermedad.

Destacó que hasta el momento, las vacunas que se realizan incluyen la detención de las mutaciones que ha desarrollado este mortal virus.

Sánchez explicó que dentro de las teorías que existen sobre la propagación del COVID-19 y la que es más aceptada entre los científicos, es que este es un virus natural de transmisión zoonótica, es decir que de un animal pasó hacia un vector, al ser humano y que quizás estuvo un tiempo entre la población, pero sus síntomas se confundían con los de una gripe, no se detectó hasta que hubo una cantidad de contagios crítica.