Chantajes y lucha de poder rodean polémico proyecto de ley sobre tabaquismo
La presidenta de la Coalición Panameña Contra el Tabaquismo (Copacet), Nélyda Gligo, también ha manifestado su inconformidad y desconcierto por la manera “inconsulta” en la que se aprobaron modificaciones al proyecto de ley sobre tabaquismo en Panamá.
Reveló que desde que se estaba creando la ley 13, ella recibió amenazas de muerte y que quisieron hacerle la vida imposible, pero no se dejó. “Es una lucha de poder”, dijo.
También dijo que le llegaron a ofrecer un millón de dólares para que dejara a un lado el proyecto sobre la ley 13 y para la creación del nuevo proyecto también le quisieron sobornar.
Prevención
Expresó que en primer lugar, lo que se pretendía era hacer mejoras a la ley actual, en base a compromisos internacionales a los que está suscrito Panamá desde el año 2004 y en ese sentido, agregó que muchos diputados no tienen conocimiento de los compromisos internacionales que tiene el país.
Gligo dijo que su sorpresa fue muy grande cuando, después de haber consensuado entre todos los sectores involucrados en el tema, en el segundo debate lo que se encontraron fue un proyecto totalmente diferente.
“Todo era un desastre”, expresó Gligo.
Detalló que, en la discusión en segundo debate, que era en el que podían intervenir, ninguno de los diputados les preguntó nada y era allí donde se podían explicar muchas de las cosas que ellos no saben.
Reiteró lo que antes ha dicho el ministro de Salud, Miguel Mayo, que “se enteraron de las modificaciones que se hicieron solo 10 minutos antes de empezar la discusión”.
Cuando revisaron el documento, según Gligo, se percataron de que se habían eliminado muchos puntos que son esenciales y servían para hacer prevención, ya que la ley no se concibió para la actualidad, sino pensando en un panorama más amplio y en las próximas generaciones.
Modificaciones
Gligo detalló que se eliminó lo que corresponde con el empaquetado genérico, que era “sumamente importante”.
Aunque hubo diputados que dijeron que el color no tiene que ver, bajo el argumento de que quien es adicto lo seguirá siendo, la experta asegura que tiene parte de verdad, sin embargo, se había establecido precisamente para prevenir a los jóvenes.
Lo que se había consensuado decía que todos los paquetes que se comercialicen en Panamá tendrán empacado sencillo color gris oscuro y la marca sería presentada en letra blanca, pero eso fue eliminado en su totalidad.
Dijo que el color impacta, llama la atención y fomenta el consumo, de acuerdo con estudios que se han hecho.
Sobre la colilla biodegradable y el argumento de que eso no existe en ningún país del mundo, como dijo el diputado Crispiano Adames, la doctora Gligo cuestionó que por qué Panamá no puede ser innovador.