CENA aprueba arrendamiento de Isla Boná pese a protestas

A pesar de las advertencias de grupos ambientalistas, la construcción de una terminal petrolera en Isla Boná sigue en marcha.

“Lo preocupante es que al destruir el bosque que hay, pones en riesgo poblaciones importantes de varias especies”, señaló Rosabel De Miró de la Fundación Audubon Panamá.

Múltiples grupos ambientalistas manifestaron que la terminal estaría ubicada en un sector considerado como refugio natural de aves marinas y avistamiento de delfines y ballenas, pero no fue suficiente.

El Consejo Económico Nacional (CENA) aprobó el arrendamiento parcial de Isla Boná para la construcción de una terminal de petróleo con una inversión de 140 millones de dólares, informó el Ministerio de Economía y Finanzas a través de un comunicado.

Este jueves, el ministro de Ambiente Emilio Sempris, quien no había emitido su opinión a TVN Noticias sobre este polémico proyecto, dijo desconocer los detalles del mismo.

“No puedo emitir un criterio sobre el proyecto porque no he recibido ningún tipo de información sobre tal”, se excusó la autoridad responsable del medio ambiente en el país.

Los terrenos serán utilizados para la construcción, establecimiento, operación y administración de una zona de almacenamiento y despacho de combustibles y derivados de petróleo por un término de 20 años. Una vez firmado el contrato, están en la obligación de iniciar el estudio de impacto ambiental que debe ser avalado por MiAmbiente, al igual que trámites legales con la Secretaria Nacional de Energía y la Autoridad Marítima de Panamá.

En un comunicado, la empresa Bona Pacific Corp. señaló que protegerán la biodiversidad de Isla Boná con medidas de mitigación y compensación de 18 hectáreas a intervenir. Afirman que se ha reservado un área de amortiguamiento para la conservación de las aves que anidan en el área. Aseguran que el proyecto también incluye un plan de desarrollo social para los pobladores de Otoque.

Se conoció que este viernes se tiene planificada una manifestación pacífica en horas del mediodía frente a la sede principal de MiAmbiente para repudiar el proyecto considerado por los ambientalistas como una amenaza al ecosistema.