La odisea de una asegurada que en busca de atención quedó en cuidados intensivos
Briceño estuvo casi dos semanas con máquinas, donde solo sobrevivió por la funcionalidad su cerebro. Finalmente, la mujer ha despertado y los médicos han comunicado que está evolucionando bien.
Ciudad de Panamá/Mientras Dino Mon se instala en la Caja de Seguro Social para asumir grandes responsabilidades como lo son el desabastecimiento de medicamentos e insumos y poner fin a la crisis financiera de la entidad, hay otra cara de la moneda que se refleja en quienes acuden a la CSS a recibir atención médica.
El testimonio de José Antonio Tuñón evidencia el calvario que vive Amanda Briceño (su madre) al día de hoy, quien semanas atrás acudió a la CSS en una condición que no era complicada y ahora lleva cuatro semanas en una sala de cuidados intensivos, batallando por su vida.
Todo comenzó el pasado 6 de septiembre, cuando la madre de Tuñón se dirigió a las instalaciones del Hospital Susana Jones por una piedra incrustada en su uretra.
Por esta condición relativamente descompilada, la mujer de 77 años de edad fue remitida al Complejo Hospitalario de la CSS Arnulfo Arias Madrid, donde se le notificó que se le practicaría una operación sencilla con láser, pero la presunta negligencia administrativa de no contar con bandejas esterilizadas la indujo a UCI.
Tuñón aclaró que se le había comunicado que no contaban con las bandejas esterilizadas para operar a su madre e incluso trataron de remitirla al hospital Irma de Lourdes Zanetatos.
Allá llamaron y tenían el urólogo, las bandejas, pero decidieron no aceptarla. Pasaron 28 horas en la espera",
Tuñon aseguró que hasta se ofreció a trasladar a su madre al hospital del 24 de Diciembre y a comprar la bandeja esterilizada, sin embargo, le dijeron que había un proceso establecido y no podía hacer eso.
Recalcó que desconoce el motivo real por el que no aceptaron a su madre, pero al final estima que por un trámite administrativo no la recibieron.
"Desde las 2:00 p.m., que ya se tenía un diagnóstico de mi madre, se sabía que tenía un problema serio y se debía atender con urgencia, pero todo culminó en una infección que la dejó casi en la muerte", aseveró.
Relató que lo vivido ha sido una pesadilla que no le desea a nadie. Briceño estuvo casi dos semanas con máquinas, donde solo sobrevivió por la funcionalidad su cerebro. Finalmente, la mujer ha despertado y los médicos han comunicado que está evolucionando bien.
Producto de la infección que sufrió, las manos y pies de Briceño resultaron afectados por la falta de oxígeno. Un cirujano le ha hecho dos intervenciones para tratar de que sus extremidades mejoren.
“Me dice que aún no tiene una respuesta de lo que va a pasar con las manos y pies de mi mamá", puntualizó.