¿Qué es la Casa Wilcox y por qué está generando tanta polémica?
En 1940 hubo un incendio que arrasó con casi todo lo que había en la ciudad de Colón: 24 cuadras se convirtieron en cenizas y 5 mil personas quedaron sin vivienda. Pero una gigantesta casa llamada Wilcox quedó en pie. Vivió la restauración de la urbe, su época de “tacita de oro” y su declive.
Ícono de la prosperidad e historia colonense y del art-decó panameño, la Casa Wilcox está ahora en el centro de una controversia entre las autoridades, los gremios de ingenieros y arquitectos, los historiadores, los políticos y los colonenses, por la amenaza de ser derribada.
El Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) ha ordenado demolerla, considerando que la estructura es un riesgo. Que sus pilastras están muy débiles y que es mejor no entrar ahí. Y el Ministerio de Vivienda dijo que acatará la decisión y echará el complejo abajo.
Sin embargo, ese no era el plan original.
El pronunciamiento del Sinaproc ha llegado casi tres años después que el presidente Juan Carlos Varela visitara el inmueble y prometiera a los colonenses que sería renovado, en el marco de un contrato que terminó ganando Odebrecht por casi $600 millones para la restauración de la ciudad de Colón y la construcción de un nuevo complejo habitacional en un corregimiento contiguo al centro.
La Casa Wilcox debía ser restaurada para que las cerca de 115 familias que vivían allí volvieran. De hecho, en enero de 2016 la Presidencia mostró cómo quedaría la histórica edificación una vez fuera intervenida por Odebrecht. No demolida.
El debate ha tenido lugar en una sociedad acostumbrada a echar abajo su memoria histórica: el Club Unión de San Felipe, la histórica Embajada de EEUU en Avenida Balboa, el Teatro Bella Vista y el Castillo de Perejil (El Millón) han sido demolidos ante el silencio de la opinión pública.
“La Casa Wilcox no solo es un edificio, es el corazón de la identidad colonense. Juan Carlos Varela, si quiere ayudar a Colón, restaure la casa, y lo respetarán”, tuiteó la abogada Mariela Ledezma.
Para la diputada Ana Matilde Gómez, “demoler una estructura simbólica no es solo una decisión estructural, sino Cultural (historia, tradición) la casa Wilcox merece mejor esfuerzo”.
“Con las técnicas de conservación y restauración actuales es totalmente viable y accesible la restauración”, refuta, por su parte, la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA) y el Colegio de Arquitectos de Panamá.
Una de las joyas de la Avenida Central
La Casa Wilcox fue construida hace 103 años por el estadounidense Robert Wilcox para alquiler, a propósito de que una pequeña calle llamada E sería ampliada y convertida en el gran bulevar que hoy se conoce como Avenida Central de Colón.
El inmueble tiene una planta baja y dos pisos adicionales con balcones que cubren la acera. Es la fachada más famosa de Colón, replicada también en edificios de Santa Ana, San Felipe y El Chorrillo, en el centro de Panamá.
Hasta hace poco, de él colgaba un gran banner que decía “El futuro de Colón está aquí”, con una imagen de fondo del edificio en sus tiempos mozos y los niños del edificio. Hasta 2015 hubo gente que vivió en ese lugar.
Han sido cientos y cientos de familias, primero de clase media, y después colonenses sin empleo ni posibilidades de comprar una casa, que vieron crecer sus hijos ahí. Lo vieron deteriorarse, vieron sus balcones caerse, pilastras derrumbarse, y los techos abrirse. La historia del sitio se desvanecía sobre ellos.
Wilcox está dentro de un polígono considerado por la Ley 47 de 2002 como conjunto monumental histórico de Colón, que se rige, a su vez, por otra ley de 1976, que establece que los monumentos sólo pueden ser sometidos a procesos de “consolidación, conservación y restauración”.
En medio de esta disputa, se conoció de la renuncia de la Directora de Patrimonio Histórico del INAC, María Isabel Arrocha. Su despacho es el encargado de velar porque los conjuntos monumentales se mantengan como tal.
El abogado Miguel Antonio Bernal ha pedido investigar el hecho y si detrás está la constructora Odebrecht, que ha enfrentado acusaciones antes por temas similares: la Cinta Costera III rodeó el Casco Viejo, protegido por la Unesco.
“Sería bueno saber”, insiste Bernal, mientras la Casa Wilcox no sabe si su ruina se perpetuará.