Cárceles panameñas ‘masificadas’ complican el panorama de la resocialización
El delegado Episcopal de la Pastoral Penitenciaria de la Arquidiócesis de Panamá, Fray Francisco Palomares, dio la mañana de este martes 7 de enero, un panorama de la realidad en que se encuentran los distintos centros penitenciarios del país.
Según Palomares, el diagnóstico es bastante desalentador, ya que tenemos unas cárceles masificadas, hay privados de libertad en poco espacio, no hay suficientes custodios o policías para atenderlas; por lo tanto eso va en detrimento de las actividades de resocialización que se quieren implementar.
“Hay un interés por parte del gobierno, pero se encuentra con la dificultad del movimiento para poder llevar a cabo esas actividades que realmente, ayuden a los privados de libertad a hacer el cambio personal de conversión y de querer reconducir sus vidas y pedir perdón” advirtió.
Sobre la masacre ocurrida en el centro penitenciario La Joyita, el delegado indicó que al igual que el resto de la ciudadanía, quedaron en shock, porque son vidas y familias detrás de esas muertes.
“Pero en medio de todo, estamos nosotros que atendemos a todos por igual, sin hacer distinción, ni por pabellones, ni por bandas” indicó.
Añadió que como Iglesia católica, visitaron el pabellón donde ocurrió la masacre y a su vez conversaron con los detenidos, oraron con ellos y les animaron llevándoles kit de aseo.
Indicó que, hasta el Arzobispo, José Domigo Ulloa, celebró la eucaristía, pasó por todas las galerías bendiciendo, confiando en ellos; que es posible cambiar.
Fray Francisco, manifestó que la Iglesia aporta con la presencia; estando ahí son ojos y oídos; además intentan implementar no solo la parte espiritual a través de los sacramentos, sino también programas de capacitación y educación.
Atención a los detenidos
Agregó que debido a la falta de personal médico, muchos mueren al no ser atendidos; por lo que han implementado las giras médicas.
“Tratamos de realizar dos giras médicas periódicamente, por instrucciones de monseñor para que se detecten privados de libertad que nunca han salido a atención médica”.
También han mostrado su apoyo en la construcción de bibliotecas, salones de clases, capillas en La Joyita y La Joya y la implementación del Programa de Capacitación de Agentes de Pastoral y Instituto Panameño de Educación por Radio (IPER).
De acuerdo con Palomares, la mayoría de los privados de libertad son personas buenas, corazón enorme y con principios; que reza y quizá hay algunos que no están dentro de sus cabales que son los mínimos.