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Canciller designado Martínez Acha: 'Decir que no habrá flujo de migrantes ilegales sería mentirles'

Migración Darién

Javier Martínez Acha, canciller designado
Javier Martínez Acha, canciller designado / TVN

Ciudad de Panamá, Panamá/El ministro designado en la cartera de Relaciones Exteriores, Javier Matínez Acha, se refirió a los temas abordados en una reunión que sostuvo junto al también designado de Seguridad Frank Ábrego, y la directora general de la Organización de Naciones Unidas para la migración, Amy Pope.

Se trató de una reunión bilateral por una invitación de OIM ( ONU MIGRACIÓN) para reiterar el apoyo y disposición al nuevo gobierno electo del presidente José Raúl Mulino.

Martínez Acha dijo que, se tocó base sobre la migración ilegal por Darién, la seguridad del país, el respeto a los derechos humanos, así como mayor involucramiento de parte de los otros países responsables en el fenómeno, tanto los de origen como los de destino.

Según Martínez Acha, lo planteado en la mesa por Panamá fue visto con buenos ojos, coincidiendo que los demás países deben tener mayor participación en la solución del problema.

Fuimos categóricos en decir que Darién no es un camino de tránsito, Darién es una zona protegida por convenios internacionales y así debemos mantenerla, protegiendo la biodiversidad, el medio ambiente, las culturas que allí se encuentran, la seguridad de los panameños y su salud”, expresó.

Sostuvo que el cierre total de la frontera es un concepto filosófico, recordando lo dicho por el presidente electo, asegurando que se quiere reducir drásticamente el flujo.

Decir que no habrá flujo de migrantes ilegales sería mentirles, pero sí vamos a combatir ese flujo de migrantes ilegales con respeto a los derechos humanos, pero siempre teniendo en mente el interés de Panamá”, afirmó Martínez Acha.

Evitó hablar sobre los posibles países que serían aliados en esta nueva estrategia, ya que, primero debe sentarse a conversar con ellos, reiterando que los principales son los de origen y los de destino.

La selva de Darién ha servido como ruta de tránsito para la migración ilegal por más de dos décadas, situación que se ha ido agravando con los años. Según la actual directora de Migración, Samira Gonzaine, es los últimos cinco años, más de un millón de personas han cruzado el inhóspito terreno, y en lo que va del 2024, cerca de 150 mil lo han logrado.

La directora de la OIM se ofreció sus buenos oficios para sumar a la mesa de trabajo a otros países para encontrar alternativas a la migración irregular por la selva de Darién, como una forma de apoyar a Panamá en sus esfuerzos.

Pope destacó que la OIM apuesta por una alianza con el sector privado de los países de donde provienen los migrantes (Haití, Brasil, Colombia, Ecuador y otros) como una forma de ofrecer alternativas a la migración irregular.

Me complace escuchar que en Panamá se reconocen los derechos humanos de los migrantes. Estamos muy agradecidos por esta oportunidad de explorar espacios de cooperación y diálogo”, agregó Pope.

Los migrantes que más llegan a Panamá por esta ruta son colombianos, venezolanos, haitianos y hasta asiáticos.

Esto se ha convertido en un problema no solo humanitario, debido a que las personas quedan expuestas a muchos peligros y delitos en cuanto ingresan a la selva, sino también ambiental por la gran cantidad de basura que dejan a su paso. Así mismo, el país invierte varios millones de dólares en la atención de los migrantes que llegan a Darién, pues, se han establecido albergues donde se les brinda comida, atención médica y demás.

Además, existen controles biométricos para asegurarse que al país no están ingresando personas con prontuarios o casos pendientes en sus países de origen que podrían representar un peligro para los demás migrantes, incluso para las comunidades panameñas que ya son superadas por estos extranjeros. 

El ministro de la presidencia designado, Juan Carlos Orillac, hizo énfasis en costo financiero que representa para Panamá la respuesta a la migración irregular, alcanzando los 70 a 80 millones de dólares al año.

“Es un costo que Panamá no puede soportar”, recalcó Orillac. Comentó que ello también representa un daño de imagen para Panamá por la publicidad que se le da a la frontera con Colombia como un lugar extremadamente peligroso

Información de Jorge Quirós

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