Cámara de comercio insiste en reformas a la Constitución para fortalecer 'la débil institucionalidad'
La Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (Cciap) insistió este domingo 18 de abril en la necesidad de reformar la Constitución de la República de Panamá y subraya que, independientemente del método por el que se llevasen adelante estas reformas, participará activamente en la discusión de fondo.
Aseguran que se deban hacer reformas que fortalezcan la débil institucionalidad del país con cambios que impliquen, por ejemplo:
- Los requisitos para ser magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), su designación y ratificación, al igual que las del Procurador General de la Nación y el Procurador de la Administración.
- Los tiempos para nombrar a esos funcionarios.
- Las atribuciones constitucionales y legales de la CSJ.
- El presupuesto del Órgano Judicial y del Ministerio Público.
- La función judicial del Órgano Legislativo.
- El método de escogencia y composición de la Asamblea Nacional, así como límites a la reelección de los diputados.
- Limitaciones a los poderes del Órgano Ejecutivo.
En su comunicado semanal “La Cámara Opina” destacan que velarán porque aquellos logros históricos producto de consensos nacionales, como el título constitucional del Canal de Panamá, en el que la mayoría de los ciudadanos acordaron el futuro del principal activo de los panameños, no sea sujeto de modificación.
El gremio reafirma que la Carta Magna, que define el marco de convivencia de quienes habitan el país, sea revisada y reformada.
“Independientemente de la vía, el gremio empresarial se mantendrá activo, aportando al debate y dándole seguimiento a las propuestas de reforma constitucional que ha planteado, dado que Panamá debe modernizarse para su desarrollo integral”, dice la nota.
Recalcaron que el último año ha marcado la historia panameña, no solo por la crisis sanitaria, social y económica vivida, sino porque las condiciones que llevaron a plantear reformas a la Constitución se mantienen, “y lo que es peor, “dejando al desnudo una administración de justicia cómplice de la impunidad con fallos aberrantes y a destiempo”, una institucionalidad resquebrajada y órganos del Estado sumidos en el clientelismo que alimenta la discrecionalidad, la inseguridad, la falta de transparencia y la corrupción.