Brasileños en Panamá que viven el fútbol
El fútbol en Brasil, la actual sede del Mundial de la Fifa es más que un deporte, es casi una religión. Con la llegada de esta fiesta deportiva, cualquier artículo alusivo es indispensable.
Pero, quién mejor que los propios brasileños para representar ese sentir que forma parte de la cultura de más de 200 millones de habitantes.
Arthur Bernardes es un brasileño residente en Panamá. Comentó que el fútbol en Brasil es lo más practicado, “es una religión, (forma) parte de la idiosincrasia. Al final es algo muy importante como se define Brasil”. Agregó que cuando un brasileño se presenta, lo último que dice es cuál es el equipo de su preferencia.
Las obligaciones laborales de Arthur le impedirán ir a su país, pero como todo buen brasileño está entusiasmado con ser el país anfitrión. Dijo que la pasión por el fútbol es fuerte en Latinoamérica, y contó que en Brasil las calles se decoran y se pintan motivos futbolísticos. También dijo que las afueras de los estadios serán puntos de concentración.
Simara de Oliveira es la típica garota, que aunque lejos de su tierra natal, viste la verde amarela con mucho orgullo. Casada con un médico panameño, dice que ya tiene las maletas listas para ir a celebrar cada gol. “Estoy emocionada, esperando la fiesta… principalmente si Brasil gana… haremos todo para ganar”, indicó.
Brasil es un país multicolor, lleno de alegría y que en las últimas décadas ha dado muestras de una fortaleza económica como pocos en la región. Sin embargo, también tiene problemas sociales, que a juicio de algunos, será la nota discordante en este mundial.
Gino Antonio Gorrichátegui es un cirujano panameño que vive en Brasil. Señaló que el país anfitrión tiene que conquistar esa copa, “el brasileño lo espera para compensar los problemas de la crisis política… el país no quería la copa porque los brasileños querían que se invirtiera en educación, seguridad y salud”.
Gorrichátegui tiene más de 30 años de vivir en Brasil. Reiteró lo dicho: Allá viven el fútbol. “Se dedican totalmente a este deporte… ellos no juegan futbol, se dedican a él”, afirmó.
Su corazón es mitad brasileño, mitad panameño y algo le queda claro: “El día que Panamá clasifique y tenga que decidir una copa con Brasil, yo soy panameño”.