Asamblea Nacional aprueba por insistencia impuesto a las bebidas azucaradas

La Asamblea Nacional aprobó por insistencia un proyecto que crea un impuesto sobre las bebidas azucaradas. La idea es reducir los altos niveles de obesidad que se registran en la población, principalmente en niños.

El proyecto en sus inicios fue vetado por el propio presidente de la República, Juan Carlos Varela. Pese a eso, fue aprobado por insistencia por los diputados. El impuesto sería de 7% para las sodas, 5% para el resto de las bebidas azucaradas y 10% para los jarabes, siropes y concentrados utilizados en la producción de las bebidas.

“Es la primera causa de muerte cardiovascular en Panamá, por razón de la diabetes y su descompensación en diferentes variantes como la insuficiencia renal. Que el presidente lo vete porque las etiquetas, a juicio de él, tienen que venir en español y en inglés porque el inglés es la segunda lengua en Panamá. Nunca había visto un veto como este”, cuestionó el diputado Crispiano Adames.

La idea es disminuir el consumo de las bebidas azucaradas, que son la principal causa de la obesidad. En Panamá, el 40% de la población adulta está en sobrepeso.

“Disminuir el acceso. Se ha demostrado que la mayor cantidad de personas que consumen bebidas con altos contenido de azúcares es la población que más sufre de sobrepeso y obesidad y que tienen niveles socioeconómicos por debajo de la media”, afirmó José Hernán De León, jefe del Departamento de Nutrición del Ministerio de Salud (Minsa).

Una investigación periodística realizada por TVN Investiga, detalló que los índices más altos de consumo de azúcar están en provincias como Colón, Los Santos y Herrera. Los expertos consultados detallaron que por día una persona sólo debe consumir 10 cucharaditas de azúcar.

“Un té frío, de acuerdo a lo declarado en la etiqueta son casi seis cucharadas de azúcar. En el caso de las sodas, el equivalente en azúcar de una botella es de 13 cucharadas”, explicó Omaris Vergara, tecnóloga de Alimentos en la Universidad de Panamá.

El proyecto establece que una parte de los fondos recaudados irán al Instituto Oncológico y a los programas de las clínicas de pacientes con diabetes del Minsa.