Aprueban objeción parcial de Ley de Conflictos de Intereses

La Comisión de Gobierno, Justicia y Asuntos Constitucionales, aprobó el informe de la objeción parcial por inconveniente e inexequible del Proyecto de Ley 329, que regula situaciones de conflicto de intereses en la función pública.

El proyecto que fue presentado por la bancada independiente, busca regular y evitar los conflictos de intereses a través de medidas de detección temprana del conflicto de intereses, estableciendo medidas de transparencia encaminadas a lograr una mejor administración estatal.

El diputado Gabriel Silva, que el objeto es que el funcionario siempre piense en el país y no en el beneficio propio, de sus familiares o allegados. Explicó que el proyecto fue vetado por temas superficiales como en lugar de decir ‘intereses personales, debe decir intereses particulares’.

Enfatizó en que la norma es indispensable para combatir la corrupción, indicando que todos los funcionarios tendrán que hacer anualmente una declaración de intereses, la cual tendrá la Autoridad Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (Antai), que debe permanecer vigilante ante las actuaciones de los funcionarios y advertirles en caso de que puedan estar cayendo en conflicto de intereses.

Además, se establecen mayores controles contra el nepotismo y los funcionarios que pudieran tener intereses con el sector privado y económico.

Por su parte, Olga de Obaldía, de la Fundación para el Desarrollo de la Libertad Ciudadana, manifestó que lo sucedido demuestra una voluntad hacia el cambio de gestión administrativa en el sector público que se necesita en el país. Detalló que se aprobó la subsanación de los elementos vetados sin degradar el contenido esencial de la Ley, que busca que los funcionarios declaren sus intereses para prevenir los conflictos.

Ante la situación actual del país, Obaldía indicó que, hay que hacer esfuerzos muy grandes para recobrar la confianza ciudadana, que es el tejido que está debajo de cualquier democracia participativa, porque ahora mismo en el país hay un momento real afuera, pero también a nivel del pensamiento de la sociedad que cada vez está más decepcionado de la democracia y ese es un camino muy peligroso para un país que ya vivió un régimen autoritario.