Ambientalistas encienden las alarmas ante el peligro que corre Cerro Quema
Minería en Panamá
La minería a cielo abierto afecta la agricultura, ganadería y a la población en general, por lo que los grupos ambientales insisten en la posibilidad de una moratoria. El agua contaminada afectará a las áreas protegidas.
Península de Azuero/En medio de una alerta ambiental por la temporada seca extendida recientemente por el Órgano Ejecutivo, sectores ambientalistas han encendido sus alarmas por la viabilidad del estudio de impacto ambiental para el proyecto minero de Cerro Quema, ubicado en la península de Azuero.
Isaías Ramos, biólogo del Centro de Incidencia Ambiental, recordó que desde 2015 fue presentado el estudio de impacto ambiental para esta concesión. Destacó que desde su presentación se reconoció que tenía problemas ambientales, no obstante, en 2021 se reactivaron las acciones de diferentes tipos de informes y visitas al campo minero.
Siguiendo el paso del tema se conoció que el pasado 25 de mayo se presentó la resolución que aprobó el estudio de impacto ambiental y por el último se supo de la notificación al promotor del proyecto el pasado 26 mayo.
Hay tres contratos entre Minera Cerro Quema (la subsidiaria de Orla) y la República de Panamá. Se trata de concesiones por 20 años que expiraron en 2017. La empresa aplicó a una extensión de 10 años, como permite el Código Minero, y espera la aprobación oficial.
Las operaciones en esta área continúan y el Ministerio de Comercio e Industria sigue con la activa minera en zona, sin una orden directa y sin prorrogar de manera legal el contrato que en el 2017 finalizó”, I
Características de Cerro Quema
El macizo volcánico es el sitio de las nacientes de dos cuencas hídricas importantes: el río La Villa y el río Oría hacia Tonosí. Las concesiones del proyecto se establecerían en La Pava, Quemita, La Pelona y Caballito, en este último punto se ha descubierto la presencia de cobre, oro y plata.
De acuerdo con Ramos, para extraer el material se utilizará .48 kilogramos de cianuro por tonelada de tierra molida.
Es decir, por cada 10 mil toneladas diarias de material que usen, estarían empleando 4,8 toneladas de cianuro por día, todo esto a cielo abierto.
Así las cosas, para sacar adelante la concesión, “hay que quitar toda la vegetación, moler los cerros, empezar a extraer, abrir agujeros y usar agua que no se tiene”, remarcó el ambientalista.