Alcaldía de Panamá firma convenio para convertir plástico en mobiliario de parques

Reciclaje

Desechos plásticos. / Foto cortesía: Municipio de Panamá.

Ciudad de Panamá/Los residuos plásticos que son retirados de las playas durante las limpiezas que organiza la dirección de Gestión Ambiental y que son recolectados en el programa Basura Cero, tendrán un destino distinto a Cerro Patacón, esto después que la Alcaldía de Panamá firma un convenio con la Fundación Botellas de Amor para tratar estos residuos y convertirlos en mobiliario urbano para parques municipales.

En el acuerdo que el alcalde José Luis Fábrega firmó por tres años con Fundación Botellas de Amor, el municipio presta dos máquinas, valoradas en 10 mil balboas, que fueron donadas por el programa “Urban Ocean” el cual llevó un proceso y participación de más de 1 año, junto con otras 4 ciudades de Asia.

El Municipio propuso como piloto a “Urban Ocean” conformar una alianza con una ONG que cumpla con el ciclo de circularidad con un producto final a partir del reciclaje del plástico, explicó Jannia Samuels, subdirectora de Resiliencia.

“Cumplir con ese ciclo es la meta de este programa, por eso nos unimos a la Botellas de Amor, una fundación con la cual la Alcaldía ya ha trabajado”, expresó Samuels.

La Fundación Botellas de Amor tienen un punto de recolección en el edificio Hatillo y allí reciben botellas rellenas de plástico flexibles con los que elaboran productos, incluido los mobiliarios urbanos que serán entregados a la Alcaldía.

Máquinas del Municipio

Una de las máquinas se encarga de limpiar y tratar los plásticos deteriorados que se recogen durante las limpiezas de las playas, por medio imanes y zarandas, sin utilizar agua. mientras que el otro equipo es un molino que transforma ciertos plásticos en un material más pequeño.

“La idea es recuperar los plásticos deteriorados por el ambiente y que por estar sucios no son reciclables, por los que terminan en el vertedero luego de las limpiezas de playa y ríos y puedan cumplir el ciclo de reciclaje ahora ya tratados”, aseguró Samuels.

Desechos plásticos. / Foto cortesía

30 toneladas fuera

La funcionaria sostiene que la ventaja es que estas máquinas tienen capacidad de tratar hasta 30 toneladas de plástico al mes, con turnos de 8 horas diarias, en el futuro podría aumentar hasta 240 toneladas con tres turnos de trabajo al día.

“Eso quiere decir que son 30 toneladas de plástico que no van a llegar al mar ni a Cerro Patacón y es otro de los propósitos del programa”, expresó.

La última limpieza de playa será el 10 diciembre por lo que Samuels destaca que esa “será la primera en la que harán la desviación hacia la fundación, será el primer ejercicio para hacer el ciclo completo”, apuntó.

Proceso de reciclaje

La fundación, después de reducir los dos tipos plásticos a partes muy pequeñas con los molinos, el HDPE (envases de detergentes, shampoo) y el LDPE (bolsas, envolturas de alimentos), son mezclados y colocados en un equipo que lleva al plástico a altas temperaturas e inyectados en un molde de hierro, posteriormente se enfría en tinas de agua lo que les da la resistencia y solidez de la madera plástica.

“Con este producto es que Botellas de Amor hace el mobiliario urbano que es a lo que nosotros apostamos, pero también se pueden hacer juegos para niños, muebles, puentes en parques y hasta viviendas”, detalló Samuels.

Según la funcionaria, ese material tiene la aprobación de la Universidad Tecnológica de Panamá y cumple con los requisitos de resistencia al fuego, y con ciertas características de resistencia que lo convierten en un material apto para la construcción.

“Los dos equipos son de la alcaldía, pero los trasladamos a la fundación en calidad de préstamo; ellos tienen la parte operativa, manejan los equipos y el resto del ciclo de reciclaje”, explicó.

Medición de emisiones

Con este proceso la alcaldía espera tener un producto final que le garantice que habrá reducción de emisiones contaminantes.

“Todo programa debe tener una forma de medición por lo que nuestros indicadores serán el tonelaje de plástico que entregamos y la cantidad de mobiliarios que tendremos de vuelta”, sostuvo.

Samuels añadió que también se podrá medir “la huella de carbono, las emisiones, la cantidad de agua no utilizada y combustible que se ahorra”.

Hay que mencionar que el convenio también conlleva programas de educación ambiental que adelanta la dirección de Gestión Ambiental.

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