Aeropuerto Internacional de Tocumen podría ser concesionado; Mulino busca los mecanismos

Ciudad de Panamá, Panamá/“Locura y corrupción”. Estas fueron las palabras que utilizó el presidente de la República, José Raúl Mulino, al referirse a la gestión en el manejo de las planillas y otorgamiento de contratos en tiendas y restaurantes que dejó la administración del expresidente Laurentino Cortizo en el Aeropuerto Internacional de Tocumen.

“Estamos deshaciendo lo que se puede deshacer. Tocumen tiene deudas importantes que cubrir de su operación. a Tocumen no lo financia el gobierno, opera con sus propios recursos, da un cheque que pudo haber sido mayor al Estado panameño”.

En ese orden de ideas, el mandatario aseguró que está buscando los mecanismos de concesionar ese aeropuerto, que integra al de Río Hato, Colón y David, porque casi todos los países del mundo operan de esta forma con este tipo de empresas. De acuerdo con el conocimiento del presidente sobre este tema, conforme se establezca el precio de la concesión, el Estado tendría una rentabilidad.

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“Sí quiero concesionarlo (...) nos quitamos un problema de encima”, afirmó.

Según explicó, en su viaje a Francia una empresa ya mostró interés por el aeropuerto de Colón. No obstante, su idea de concesionar sería un paquete de Tocumen más los otros tres aeropuertos del interior.

El Aeropuerto de Tocumen, como está en un peso muy grande al Estado panameño, en todo sentido, quiero que el aeropuerto sea exitoso (…) los aportes son mínimos, no son la gran cosa”.

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Incongruencias en las terminales 1 y 2

Adelantó que la dirección de Tocumen tiene que tomar decisiones importantes que cuestan una fortuna, como lo son, por ejemplo, construir una tercera pista, con todos los gastos que eso implica, incluida la indemnización de las áreas pobladas de los alrededores y también habilitar 10 salidas.

Asimismo, Mulino considera que el aeropuerto debe pasar por una restructuración, porque la forma en la que están operando las terminales 1 y 2 es totalmente “incongruente”, y a la vez incómoda para los pasajeros. A su juicio, en este momento, no está funcionando bien.

Esto, luego que tuviera que experimentar por su propia cuenta lo tedioso que es ir de una terminal a otra, tomando en cuenta la extensa distancia que tiene una con la otra.

Me resultó más fácil salir de la terminal 1, tomar mi carro y llegar a la terminal 2, para tomar el avión de Air France, que caminar por el aeropuerto de terminal a terminal. Imagínese la incongruencia”, criticó.

Según detalló, en la última auditoría realizada por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) “pasó bien”, pero si la OACI degrada la calificación, Panamá tendría problemas con las aerolíneas internacionales.

Por otro lado, dijo que ya fueron advertidos sobre el peligro que representa para la aeronavegación la reproducción de aves en los manglares colindantes con el aeropuerto.