Abogado constitucionalista da su opinión sobre proyecto de derogación de la Ley 406 que se discute en la Asamblea
Protestas en Panamá
Ciudad de Panamá/El abogado constitucionalista Carlos Bolívar Pedreschi, emitió su opinión sobre los proyectos de ley que se discuten en sesiones extraordinarias de la Asamblea Nacional, como mecanismos para salir de la complicada situación en que se encuentra el país, luego de que se sancionara la Ley 406 que aprueba el contrato de concesión minera firmado entre el Estado y Minera Panamá, principalmente sobre el proyecto 1110 que establece la derogatoria de dicha Ley.
“Con dolor de panameño y vergüenza de abogado, observo cómo el presidente, ministros y diputados vuelven a colocar al país en otra innecesaria situación riesgosa”, expresa Pedreschi en sus primeras líneas.
Continúa diciendo que, “con la absurda y temeraria decisión de presentar un proyecto de ley que derogaría la Ley 406 que aprobó el contrato minero, de aprobarse dicha ley, le impediría a la Corte Suprema de Justicia declarar la inconstitucionalidad de una ley inexistente, precisamente, por derogada, haciéndole otro nuevo favor a la minera en perjuicio del Estado”.
En su carta manifiesta que, “los diputados de la Asamblea Nacional que ya han producido el daño que el país le reclama en las calles, NO deben colocarnos en otro atolladero jurídico aprobando dicha ley derogatoria”.
Coincide con otros juristas al decir que, “el país debe esperar que la Corte Suprema de Justicia se pronuncie de la única forma que procede en Derecho, mucho más ahora cuando ya tiene las opiniones de los Procuradores de la Administración y de la Nación que opinan que el contrato minero es inconstitucional”.
En consecuencia, la Corte Suprema de Justicia debe fallar el caso perentoriamente como ya lo ha anunciado y DECLARAR LA INCONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY 406, ESTO ES LA INCONSTITUCIONALIDAD DEL NUEVO CONTRATO MINERO”, indica el documento.
Concluye diciendo que, “finalmente, reclamo al Órgano Ejecutivo que cese de reprimir a los manifestantes pacíficas que están haciendo en las calles el trabajo que ellos no hacen: defender los intereses del Estado”.