Francisco pide a los líderes llevar una vida con 'austeridad y transparencia'
El papa Francisco, en su primer discurso en Panamá con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), invitó a aquellos en posiciones de liderazgo del gobierno y el sector privado a “vivir con austeridad y transparencia”, un reclamo de las nuevas generaciones a los adultos, desde su “libertad, sensibilidad y capacidad crítica”.
El pontífice argentino además extendió el llamado a los líderes a llevar una vida que demuestre el servicio público es “sinónimo de honestidad y justicia, y antónimo de cualquier forma de corrupción”. Un mensaje que resuena en Panamá, marcado por casos de malos manejos de los fondos públicos.
Ante unas 400 personas en el Palacio Bolívar, entre ellas políticos y representantes de la sociedad, Francisco insistió que los jóvenes exigen un compromiso, en el que todos --incluyendo a los cristianos--, tengan “la osadía de construir una política auténticamente humana, que ponga a la persona en el centro como corazón de todo, lo cual impulsa a crear una cultura de mayor transparencia entre los gobiernos, el sector privado y la población”.
Exhortó a defender el bien común por encima de los intereses de pocos.
“Así desafiarán las miopes miradas cortoplacistas que, seducidas por la resignación, la avidez, o presas del paradigma tecnocrático, creen que el único camino posible se transita en el ‘juego de la competitividad, de la especulación y de la ley del más fuerte donde el poderoso se come al más débil’, cerrando el mañana a una nueva imaginación de la humanidad”, expresó el santo padre a los presentes.
El pontífice, en su único acto oficial como jefe de Estado, destacó la importancia de Panamá como centro del mundo y tierra de convocatorias y encuentros, haciendo referencia a la visión de Simón Bolívar y a la descripción romántica del poeta panameño Ricardo Miró, citando "Patria de mis amores": "Porque viéndote, Patria, se dijera / que te formó la voluntad divina / para que bajo el sol que te ilumina / se uniera a ti la Humanidad entera".
Francisco señaló que el país para estos días no solo será recordado por su punto estratégico del comercio o el tránsito de personas, sino por convertirse en "hub" de la esperanza y tierra de sueños. Un punto de encuentro en el que los jóvenes de los cinco continentes compartirán y reavivarán su compromiso “por crear un mundo más humano”.
“Es imposible pensar en el futuro de una sociedad sin la participación activa –y no solo nominal—de cada uno de sus miembros, de tal modo que la dignidad se vea reconocida y garantizada en el acceso a la educación de calidad y en la promoción de trabajos dignos”, manifestó Francisco.
En su mensaje, el papa argentino reconoció que la “genialidad de estas tierras” está marcada por la riqueza de los pueblos originarios, enviando un agradecimiento a los bribri, buglé, emberá, kuna, nasoteribe, ngäbe y waunana.
Poco antes de salir del Palacio Bolívar para su encuentro con obispos latinoamericanos, el papa saludó a los miembros del Comité Ecuménico de Panamá, que reúne a los líderes religiosos del país.
Previo al discurso de Francisco, el mandatario panameño Juan Carlos Varela agradeció al pontífice y resaltó la vocación de Panamá como país de tránsito y de promotor de paz y diálogo.
“Le agradezco la bendición que nos ha dado, permitiendo que Panamá sea la sede de este importante evento que trae jóvenes de más de 150 países a escuchar su mensaje de paz, amor y unidad, y a vivir la fe del Evangelio para aplicarla en su vida diaria en la construcción de un mundo mejor”, resaltó el jefe de Estado.