Papa Francisco hace un llamado a los obispos latinoamericanos para que escuchen a sus curas

Francisco habla a los obispos latinoamericanos

Líderes de la iglesia latinoamericana que en estos momentos le hacen frente a las injusticias promovidas por gobiernos dictatoriales – Nicaragua y Venezuela – , a las migraciones y a escándalos de sacerdotes y obispos involucrados en casos de pederastía, estuvieron frente al papa Francisco en el templo San Francisco de Asís.

La iglesia ubicada en el Casco Antiguo de la ciudad de Panamá, sirvió de escenario para que Francisco mandara un mensaje a sus obispos y cardenales, donde la juventud, la migración, el liderazgo y el servicio por los más necesitados fueron temas centrales de su reflexión.

Poco antes de la intervención de Francisco, monseñor José Luis Escobar Alas de El Salvador, presidente del Secretariado Episcopal de América Central (Sedac), le dio la bienvenida y agradeció al pontífice por visitar la región para presidir la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

El arzobispo señaló que el mensaje de Francisco será de “luz y esperanza” en el camino pastoral que atraviesan en este momento, marcado por la violencia, corrupción, inequidad, migración y exclusión social que viven que los pueblos, cuyas víctimas son los más pobres.

“Los pastores debemos protegerles, acompañarles y asistirlos siempre, con total entrega, siguiendo el maravilloso ejemplo de aquel prominente miembro del Sedac que su santidad, hace solo tres meses, ha elevado a la gloria de los altares, san Óscar Arnulfo Romero, lo que nos llena de gozo y agradecemos de corazón”, expresó Escobar Alas.

Escuchen a su pueblo y a los jóvenes

Ante unos 65 obispos, Francisco exhortó a que se acerquen “a las heridas de nuestra gente”, indicando que el “pastor no puede estar lejos del sufrimiento de su pueblo”.

Les invitó además a seguir el ejemplo y las enseñanzas de san Óscar Romero, y utilizarlas como una “fuente constante de inspiración” para las Iglesias de la región latinoamericana.

Francisco recordó a los obispos que Romero mostró que el pastor debe aprender y escuchar “los latidos de su pueblo”.

Para él, en definitiva, sentir con la Iglesia es tomar parte en la gloria de la Iglesia, que es llevar en sus entrañas toda la kénosis de Cristo. En la Iglesia, Cristo vive entre nosotros y por eso tiene que ser humilde y pobre, ya que una Iglesia altanera, una Iglesia llena de orgullo, una Iglesia autosuficiente, no es la iglesia de la kénosis”, apuntó el papa.

La kénosis de Cristo implica abandonar la virtualidad de la existencia y de los discursos para escuchar el ruido y la cantinela de la gente real que nos desafía a crear lazos. Y permítanme decirlo: las redes sirven para crear vínculos pero no raíces, son incapaces de darnos pertenencia, de hacernos sentir parte de un mismo pueblo. Sin este sentir, todas nuestras palabras, reuniones, encuentros, escritos serán signo de una fe que no ha sabido acompañar la kénosis del Señor, una que se quedó a mitad de camino”, añadió el pontífice.

Francisco destacó que la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) es una oportunidad única para la Iglesia de salir y encontrarse aún más con la realidad de los jóvenes, y leer “de modo renovado nuestra época y tiempos”.

El papa les insistió promover programas y centros educativos, para que la Iglesia acompañe, sostenga y potencie a los jóvenes y evitar que éstos sean “seducidos” con “respuestas inmediatas que hipotecan la vida”.

Róbenselos a la calle antes de que sea la cultura de la muerte la que, ‘vendiéndoles humo’ y mágicas soluciones se apodere y aproveche de su imaginación. Y háganlo no con paternalismo, de arriba abajo, porque eso no es lo que el Señor nos pide, sino como padres, como hermanos a hermanos. Ellos son rostro de Cristo para nosotros y a Cristo no podemos llegar de arriba abajo, sino de abajo a arribaRóbenselos a la calle antes de que sea la cultura de la muerte la que, ‘vendiéndoles humo’ y mágicas soluciones se apodere y aproveche de su imaginación.”, comentó el santo padre.

La responsabilidad de los obispos y las migraciones

La figura de Monseñor Oscar Arnulfo Romero fue usada por Francisco durante varias ocasiones para incentivar a sus obispos a tomar acciones y actuar en beneficio de sus sacerdotes.

“Romero no era un administrador de recursos humanos, no gestionaba personas ni organizaciones, sentía con amor de padre, amigo y hermano (…) ¿Cuánto me afecta la vida de mis curas? ¿Cuánto soy capaz de dejarme impactar por lo que viven, por llorar sus dolores, así como festejar y alegrarme con sus alegrías? El funcionalismo y clericalismo eclesial – tan tristemente extendido, que representa, una caricatura y una perversión del ministerio – empieza a medirse por estas preguntas”, señaló el Papa en su visita a Panamá con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud.

Francisco que en algún momento de su mensaje, abandonó el texto preparado, le pidió a sus obispos y cardenales que “se dejen incomodar por sus curas” y destacó que en ellos (sacerdotes) normalmente recae de modo especial la responsabilidad de que este pueblo sea el pueblo de Dios. Están expuestos a un sinfín de situaciones diarias que los pueden dejar más vulnerables y, por tanto necesitan de nuestra cercanía, de nuestra comprensión y de aliento, de nuestra paternidad”.

El también llamado obispo de Roma pidió hacer de la Iglesia católica, un lugar donde los pobres encuentren respaldo y criticó todo tipo de apoyo a los poderosos.

“Una Iglesia que no quiere que su fuerza esté – como decía Mons. Romero – en el apoyo de los poderosos o de la política, sino que se desprende con nobleza para caminar, únicamente tomada de los brazos del crucificado, que es su verdadera fortaleza”, señaló.

La migración estuvo en la agenda del Papa. América Latina en estos momentos está siendo golpeada por caravanas de personas que parten desde Honduras para buscar el llamado “sueño americano” en Estados Unidos y encuentran indiferencia y hostilidad en el camino.

Los venezolanos que debido a la crisis económica y política en su país han abandonado su terruño, también se han vuelto vulnerables, cuando dejan todo lo que tienen y salen a buscar mejor calidad de vida.

Este escenario, a diario es parte de la retórica de Jorge Mario Bergoglio (papa Francisco) y aprovechando un auditorio con obispos latinoamericanos les recordó su carta del 30 de noviembre de 2018 sobre las migraciones y les pidió mayores esfuerzos.

“Muchos de los migrantes, tienen rostro joven, buscan un bien mayor para sus familias, no temen arriesgar y dejar todo con tal de ofrecer el mínimo de condiciones que garanticen un futuro mejor. En esto no basta solo la denuncia, sino que debemos anunciar concretamente una buena noticia”, aseguró el Papa.

Al finalizar el encuentro, Francisco hizo unas oraciones y saludó brevemente a cada uno de los presentes.

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