Modificar los tiempos para denunciar desapariciones podría beneficiar las investigaciones

Las desapariciones, sobre todo de mujeres, en la región de Chiriquí, Bocas del Toro y la Comarca Ngäbe Buglé mantienen en alerta a las autoridades, empresarios y población en general, alimentando la teoría de que estas damas pudieran estar siendo captadas por alguna red de trata de personas.

Para el presidente de la Cámara de Comercio en la región, Felipe Rodríguez, una coincidencia en estas desapariciones es que son mujeres indígenas que necesitan trabajo, por lo que son presas fáciles de quienes se dedican a este tipo de delitos para atraerlas.

Contó que, en una reunión con el Ministro de Seguridad, se detallaron medidas que se están tomando, sin embargo, el tema de mujeres desaparecidas es algo que realmente llama la atención.

Aseguró que han solicitado un mayor pie de fuerza, más vehículos y reforzar el proyecto de cámaras de videovigilancia, lo que se ha hecho en David, pero es necesario extenderlo a Barú, Boquete, Paso Canoas y Bugaba que son focos de aglomeración de personas. Además, es necesario implementar más inteligencia artificial.

También señaló que es importante trabajar en la inteligencia delictiva para prever los movimientos de los delincuentes, detectarlos y educar a la población sobre las modalidades que utilizan los delincuentes para que puedan auto cuidarse.

Rodríguez, agregó que es necesario reforzar la frontera, por donde pasa todo tipo de contrabando, y aunque el Servicio Nacional de Fronteras está en el lugar, considera que se requiere vigilancia policial, ya que, es un tema muy complejo.

Destacó que la calidad y crueldad con que se cometen algunos delitos, aunque según las autoridades han dicho que han disminuido, es preocupante debido a que pareciera que traen personas de otros países a realizar estos delitos.

Por su parte, Fernando Murray, sociólogo y especialista en criminología, destacó que las desapariciones tienen contexto común entre las víctimas y categorías como la edad, el sexo y las condiciones económicas, además, se está ante un delito pluri ofensivo, porque se ataca la vida, la honra entre otros bienes jurídicos.

“El rol de la víctima es importante en la evitación del hecho. Entre la víctima y el victimario hay una interacción que genera condiciones de encantamiento y sutileza, el victimario requiere vulnerabilidad y un atractivo para colocar la carga victimal”, aseveró.

Sobre las 72 horas que deben esperar los familiares para hacer oficial la denuncia de desaparición, dijo que es el tiempo para que se hagan las averiguaciones y confirmaciones en hospitales, casas de familiares o amigos, no obstante, el familiar debe presentar la denuncia de forma inmediata. Murray considera que este tema se debe modificar para garantizar la precisión y el alcance de la investigación criminal.

Resaltó que cuando las víctimas tienen características comunes, se podría estar frente a un victimario con un perfil con alguna patología, que tiene su modus operandi, lo que podría determinar que el autor podría ser un psicópata o sociópata.

Y cuando se habla de que las víctimas son del mismo estatus económico, se podría hablar de que el delincuente encontró una oportunidad de vulnerabilidad en un sector y se aprovecha de ello.

“Ser víctima no es un hecho común, para ser víctima debe haber una interacción entre la víctima y victimario, estos deben conocer las carencias, deficiencias y formas de movilizarse en el área”, destacó el Sociólogo y especialista en Criminología.

Indicó que muchas veces este tipo de eventos es desestimado por las autoridades porque se han creado estereotipos que convierten conductas sociales en algo normal y esto hace que se pierda la intervención inmediata. El aboga que las actuaciones frente a la justicia se realicen con equidad, que la pobreza, la condición étnica o el género no sea un elemento que prive a la persona de lo que la justicia debe garantizar que es su seguridad.

Dijo que la gente se expone, no establecen las barreras de autoprotección por lo que el Estado debe realizar campañas constantes de consciencia colectiva de que vivimos en otra sociedad donde el delito cautiva y seduce.

“Victimización y políticas victimológicas es que lo que se necesita en este país”, expresó Murray tomando como ejemplo a México donde se realizan estas campañas y la víctima es capaz de evitar el delito.