Unicef denuncia alarmantes 'riesgos' para los bebes nacidos en los países pobres
Los bebés nacidos en los países pobres, sobre todo de África, deben seguir haciendo frente a "alarmantes" riesgos de muerte prematura en comparación con los nacidos en los países ricos, denunció la Unicef en un informe difundido este martes.
Mientras la salud de los niños de mayor edad presenta mejoras desde hace 25 años, "no hemos visto progresos similares en los menores de un mes", de los cuales 2,5 millones mueren cada año, afirmó la directora general del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Henrietta Fore.
"Aunque sabemos que la mayoría de estos decesos podrían haber sido evitados, hemos claramente abandonado a los bebes más pobres del mundo", agregó.
Según cifras citadas en el informe, mientras en Japón un bebe de cada mil muere en sus primeros 28 días de vida, en Pakistán la cifra trepa a uno cada 22.
Ocho de los diez países con mayor riesgo de vida para los bebes pertenecen al África subsahariana: República Centroafricana, uno cada 24; Somalia, Lesotho, Guinea-Bissau y Sudán del Sur uno cada 26; Costa de Marfil uno cada 27, Mali, y Chad uno cada 28.
En esos países, "las mujeres embarazadas reciben menos ayuda" como consecuencia de los niveles de pobreza dominantes, los conflictos reinantes y la debilidad de las instituciones locales, destaca el documento.
Los países con menores riesgos son los más avanzados en materia de salud y educación: Japón, Islandia (uno cada 1.000), Singapur (1 cada 909), Finlandia (1 cada 833), Estonia y Eslovenia (1 cada 769), Chipre (1 cada 714), Belarús, Luxemburgo, Noruega y Corea del Sur (1 cada 667).
El nivel de ingreso de un país es sólo un indicador entre otros de estas disparidades, subraya el informe.
En Kuwait y en Estados Unidos, dos países de altos ingresos, la tasa de mortalidad neonatal es de 4 por mil, una cifra apenas superior a la de varios países de la franja inferior de ingresos intermedios, como Sri Lanka y Ucrania, cuya tasa de mortalidad neonatal es de 5 por mil.
Hay también fuertes diferencias al interior de un mismo país. Los bebes nacidos en familias pobres presentan en promedio 40% más de riesgos de morir antes del mes de vida que los bebes nacidos en familias ricas.
El modelo de Ruanda
El informe acompaña el lanzamiento de una vasta campaña, bautizada "Para cada niño, una oportunidad", que apunta a asegurar "el acceso a cuidados de salud abordables y de calidad" para las madres y sus bebes.
Más de 80% de las muertes pueden ser evitadas gracias a "parteras formadas, el acceso al agua potable, a productos desinfectantes y a una buena alimentación, así como a la lactancia materna desde las primeras horas de vida y un contacto táctil entre madre e hijo".
La carencia de personal de salud competente es el principal problema de los países pobres. Según datos de este año, mientras Noruega cuenta con 18 médicos, enfermeras o parteras cada 10.000 niños, en Somalia la cifra es de apenas uno.
Como las mejoras en materia de salud pueden resultar caras, "es crucial que el dinero que se invierta" se haga de manera adecuada, dijo a la AFP Willibald Zeck, responsable a nivel mundial del programa maternal y neonatal de la UNICEF.
La agencia de la ONU felicitó en particular a Ruanda, donde la tasa de mortalidad neonatal se redujo de 41 a 17 por mil entre 1990 y 2016.
El gobierno de ese país "jugó en efecto un papel activo en la implementación de un régimen nacional de seguros que benefició a las madres más pobres y más vulnerables", explicó.
"Estas cifras dan cuenta de la importancia de la voluntad política de invertir en la creación de sistemas de salud sólidos", incluso en países donde "los medios son limitados", destaca el informe.