Turquía pide detener a dos allegados del príncipe heredero saudita por el caso Khashoggi
Turquía pidió este miércoles la detención de dos allegados de Mohamed bin Salmán por el caso del asesinato del periodista Jamal Khashoggi, acentuando la presión contra el príncipe heredero saudita, acusado la víspera por influyentes senadores estadounidenses.
Según la agencia de prensa estatal Anadolu, la justicia turca emitió dos ordenes de arresto contra Ahmed al Asiri y Saud al Qatani, sospechosos de "formar parte de los planificadores" del asesinato, según el requerimiento transmitido por el fiscal general de Estambul.
El general Al Asiri, exjefe adjunto de la inteligencia saudita, y Al Qahtani, exconsejero de "medios" en la corte real, son dos miembros de la guardia personal del príncipe heredero.
Fueron destituidos el 20 de octubre, en medio del escándalo que sacudía a Riad por el asesinato de Jamal Khashoggi, que empañó la imagen de la petromonarquía, y especialmente la de Mohamed bin Salmán, conocido como "MBS".
Khashoggi, un periodista saudita crítico con los gobernantes del reino y colaborador del Washington Post, fue asesinado el 2 de octubre en el consulado de Arabia Saudita en Estambul.
MBS niega estar implicado en los hechos pero autoridades turcas bajo anonimato lo acusan de haber planeado la operación.
Aunque el presidente estadounidense, Donald Trump, apoya a MBS, el martes varios senadores republicanos —que fueron informados a puerta cerrada de las conclusiones de la CIA— afirmaron no tener "ninguna duda" de que el príncipe heredero "ordenó" el asesinato.
MBS está "loco y es peligroso, y ha puesto esta relación [con Estados Unidos] en peligro", pues no es "fiable", dijo por su parte Lindsey Graham, un peso pesado del Senado y aliado de Trump.
El secretario de Defensa estadounidense Jim Mattis indicó el miércoles que todavía busca pruebas para señalar al responsable de este crimen. "Si digo algo, preciso pruebas", declaró. "Estoy convencido de que encontraremos otras pruebas sobre lo que pasó. Solo que no sé qué será ni quien estará implicado", acotó.
Graham "es un senador y tiene derecho a tener su opinión", añadió Mattis.
Llamado a la "transparencia"
Tras haber afirmado en un primer momento que Khashoggi había salido vivo del consulado en Estambul, Riad acabó reconociendo, bajo la presión internacional, que el periodista había sido asesinado y descuartizado en el interior de la legación.
La justicia saudita abrió una investigación y dijo estar dispuesta a cooperar con los investigadores turcos, que llevan a cabo sus propias pesquisas. Pero desde el inicio del caso, reina la desconfianza entre un bando y otro.
"Por el momento, no hemos podido obtener ningún elemento de parte de Arabia Saudita relativo a la investigación", lamentó el miércoles el jefe de la diplomacia turca Mevlüt Cavusoglu. "Deben ser transparentes, que compartan lo que revela su investigación", agregó.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan reclamó en repetidas ocasiones la extradición de los sospechosos detenidos por Arabia Saudita, pero su petición no obtuvo respuesta por ahora. Riad insiste en que cualquier juicio se celebre en Arabia Saudita.
En noviembre, el fiscal general saudita anunció la acusación de 11 sospechosos de los 21 detenidos en relación con la investigación sobre el asesinato. Y pidió la pena de muerte para cinco de ellos.
Según la versión de los hechos de las autoridades sauditas, Al Asiri ordenó a un equipo de 15 agentes sauditas llevar "por las buenas o por las malas" a Khashoggi a Arabia Saudita. Pero una vez en Estambul, el jefe del comando decidió matar al periodista.
Por su parte, Al Qahtani forma parte de los 17 responsables sauditas a quienes el Tesoro estadounidense impuso sanciones a mediados de noviembre, por "su papel en la preparación y ejecución de la operación" contra Khashoggi.
Sean Penn en Estambul
Según un alto responsable próximo a la investigación turca, el requerimiento de la oficina del fiscal de Estambul contra estos dos sospechosos sauditas refleja el hecho de que, para Ankara, "las autoridades sauditas no actuarán formalmente contra estos dos individuos".
En una entrevista con la prensa turca, esta semana, Erdogan lamentó que varias cuestiones sigan todavía sin respuesta, empezando por la localización del cuerpo de Khashoggi.
Los investigadores turcos registraron el consulado y la residencia del cónsul saudita en Estambul, así como dos villas en el noroeste de Turquía, en vano.
Muestra del interés que sigue despertando este caso más de dos meses después del asesinato, el actor estadounidense Sean Penn se encontraba el miércoles en Estambul para trabajar en un documental sobre el periodista Khashoggi.
Según las imágenes publicadas por los medios turcos, el actor ganador de dos Óscar se traslado frente al consulado saudita con su equipo de rodaje.