Talibanes cierran los colegios para jóvenes afganas, poco después de reabrir
Kabul, Afganistán/Las adolescentes afganas volvieron este miércoles a los colegios de secundaria siete meses después de que los talibanes tomaron el poder; pero, pocas horas después de reanudadas las clases, los dirigentes islamistas volvieron a mandarlas a casa en un repentino giro de política que provocó confusión.
"Sí, es verdad", se limitó a decir a la AFP el portavoz talibán Inamullah Samangani.
"No estamos autorizados a comentar esto", dijo por su parte el portavoz del ministerio de Educación, Aziz Ahmad Rayan.
Un equipo de la AFP estaba en el colegio Zarghona de Kabul, uno de los mayores centros de enseñanza de la capital, cuando un profesor entró y ordenó a todas volver a casa. Alicaídas, las estudiantes recogieron sus cosas entre lágrimas y marcharon.
"Veo a mis estudiantes llorar y reacias a dejar la clase", dijo Palwasha, una profesora en el colegio de mujeres Omra Khan de Kabul. "Es muy doloroso ver a tus estudiantes llorar", añadió.
La enviada de Naciones Unidas, Deborah Lyons, consideró que las informaciones del cierre eran "perturbadoras". "Si es verdad, ¿cuál puede ser la razón?", tuiteó.
Cuando los talibanes tomaron el poder en agosto, las escuelas estaban cerradas por la pandemia del covid-19, pero solo los chicos y las chicas de educación primaria pudieron retomar las clases dos meses después.
La comunidad internacional hizo del acceso de las mujeres a la escolarización un punto fundamental en las negociaciones sobre la ayuda y el reconocimiento del régimen islamista, que en su anterior mandato (1996-2001) había prohibido la educación a las mujeres.
"Responsabilidad"
El miércoles, la orden de reanudar las clases parece que no se siguió por igual en todo el país. Por ejemplo, en la cuna del movimiento talibán, Kandahar (sur), el curso empezaría hasta el próximo mes.
Pero varios colegios abrieron tanto en la capital como en regiones de Herat o Panshir, al menos temporalmente.
"Todas las estudiantes que vemos hoy estaban muy felices y con los ojos bien abiertos", dijo a AFP Latifa Hamdard, directora del colegio Gawharshad Begum de Herat.
Los talibanes aseguraban que necesitaban tiempo para garantizar que las chicas de entre 12 y 19 años de edad estuvieran bien separadas de los chicos y que los centros funcionaran según los principios islamistas.
"No abrimos las escuelas para complacer a la comunidad internacional ni para ganarnos el reconocimiento del mundo", aseguró a AFP Aziz Ahmad Rayan, portavoz del Ministerio de Educación.
"Lo hacemos en el marco de nuestra responsabilidad de aportar educación y estructuras educativas a nuestras alumnas", añadió.
Muchas alumnas estaban deseosas de volver, aunque fuera con rigurosos códigos de vestimenta que les obligaban a cubrirse casi todo el cuerpo. "Ya estamos con retraso en nuestro estudios", se quejaba Raihana Azizi, de 17 años.
"¿Cuál será nuestro futuro?"
Pero también había familias que desconfiaban de los talibanes y recelaban de dejar salir a sus hijas, o que no veían sentido a la educación de las mujeres ante un desolador futuro laboral.
En siete meses de gobierno, los talibanes han impuesto numerosas restricciones a las mujeres, que se han visto excluidas de empleos públicos, controladas en su forma de vestir o impedidas de viajar solas fuera de su ciudad.
El régimen fundamentalista también detuvo a varias activistas que se habían manifestado por los derechos de las mujeres.
"Las chicas que han terminado sus estudios se han quedado en casa y su futuro es incierto", lamenta Heela Haya, que ha decidido dejar la escuela. "¿Cuál será nuestro futuro?", se pregunta la joven.
"¿Por qué tú y tu familia harían enormes sacrificios para estudiar si jamás podrás tener la carrera que sueñas?", inquiría también Sahar Fetrat, investigadora asistente en la ONG Human Rights Watch.
Debido a la pobreza o al conflicto que ha asolado el país, los estudiantes afganos han perdido grandes periodos del año escolar. Algunos continúan su escolarización hasta los veinte años.
El país también enfrenta una escasez de profesores, dado que muchos se fueron en el éxodo de decenas de miles de afganos tras la toma del poder de los talibanes.