Veda electoral y refuerzo de observadores para comicios paraguayos de este domingo
Asunción/Paraguay comenzó la doble jornada de reflexión previa a las elecciones generales del domingo con un incremento de observadores internacionales tras una campaña electoral dominada por los principales candidatos a la Presidencia, el oficialista Mario Abdo Benítez y el opositor Efraín Alegre.
La "veda electoral", como se denomina a ese periodo de dos días, implica que los candidatos y partidos tienen prohibido hacer campaña o difundir propaganda en la vía pública y en los medios de comunicación.
La mayor actividad del día en Asunción estuvo protagonizada por el comienzo de la actividad de misión de observación de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore), bajo la jefatura del chileno Patricio Santamaría.
Esa misión se une a las desplegadas por la Unión Europea o la Organización de Estados Americanos (OEA), que presentarán sus conclusiones tras las elecciones del 22 de abril, en la que podrán votar algo más de cuatro millones de paraguayos.
Alegre, que preside la agrupación opositora Ganar, compareció hoy ante varios de esos observadores para exponer las denuncias presentadas a lo largo de la campaña electoral por esa alianza, integrada por el Partido Liberal y la concertación de izquierda Frente Guasu.
Alegre se refirió a la impugnación presentada por la alianza semanas atrás a las candidaturas al Senado, en estas elecciones, del actual presidente paraguayo, Horacio Cartes, y del expresidente Nicanor Duarte, ambos del gobernante Partido Colorado.
La impugnación fue rechazada por la Corte Suprema de Justicia, que falló que esos candidatos pueden ser electos, contra el razonamiento de la alianza, que sostuvo que la Constitución establece que un presidente saliente pasa a ser senador vitalicio, con voz pero sin voto, en el momento que concluye su mandato.
En ese sentido, Alegre denunció que están compitiendo contra "todo un aparato de un partido que en realidad está integrado con el Estado mismo" y extiende su control hasta la Justicia.
Tanto Cartes como Duarte buscan un escaño en la Cámara Alta como senadores activos.
De hecho Cartes es el número uno en esa lista por el Partido Colorado, el de Abdo Benítez.
Tanto el candidato presidencial como Alegre concluyeron la víspera su campaña electoral con sendos actos en los alrededores de Asunción.
El primero despidió la campaña en un mitin en la ciudad de Itaguá donde prometió declarar la guerra a la impunidad y a la corrupción si es elegido jefe del Ejecutivo por los próximos cinco años.
Alegre, por su parte, dijo ante miles de personas en la ciudad de Capiatá que no será el "presidente de los ricos", sino de las clases populares, y reiteró su promesa de bajar la tarifa eléctrica y el precio de los medicamentos.
Las encuestas con más impacto hasta la fecha dan una ventaja promedio de unos 25 puntos en la intención de voto a Abdo Benítez, aunque desde Ganar desacreditaron esos trabajos de campo, alegando que fueron realizados por empresas afines al Gobierno.
Los otros ocho candidatos a la Presidencia apenas cuentan en la intención de voto, según esas encuestas.
De las elecciones, a una sola vuelta, también saldrá un nuevo Congreso y las autoridades de las gobernaciones de los 17 departamentos, además de los representantes del Parlasur (Parlamento del Mercosur).
Los medios paraguayos se centran estos días en la posibilidad de que cierto porcentaje de electores opten por el "voto cruzado" y elijan candidatos al Senado y a Diputados diferentes a la listas que encabezan Abdo Benítez y Alegre.
Ello como forma de dar una oportunidad a nuevas formaciones y con ello mostrar su disconformidad con los componentes de esas listas que están imputados.
El caso más notorio es del quinto candidato en la lista al Senado del Partido Colorado, Óscar González Daher, que en diciembre fue despojado de su condición de senador por un caso de supuesta corrupción y tráfico de influencias.
El caso fue destapado tras la divulgación de una serie de audios y puso sobre la mesa la politización de la Justicia, muy desacreditada entre los paraguayos.
Abdo Benítez y Alegre se han comprometido a sanear el Poder Judicial a través de una reforma constitucional en caso de alcanzar la Presidencia.