Teleférico del cerro del Pan de Azúcar en Río frena las operaciones por tiroteos

El teleférico del cerro de Pan de Azúcar, uno de los principales sitios turísticos de la ciudad brasileña de Río de Janeiro, suspendió actividades en la tarde de hoy por causa de los intensos tiroteos que se presentaron en la zona, informaron fuentes oficiales.

A través de las redes sociales habitantes del barrio Urca, vecino del cerro de Pan de Azúcar, informaron de los tiroteos y mostraron vídeos de los enfrentamientos que obligaron a la paralización del conocido "Bondinho" de Pan de Azúcar.

El intercambio de disparos, que se presentó al comenzar la tarde de este viernes, asustó a residentes del barrio Urca y a turistas que estaban en la playa Vermelha, ubicados en una zona considerada como una de las más seguras de Río, por albergar diversas instituciones del Ejército.

De acuerdo con las primeras informaciones divulgadas por la Policía, un soldado fue herido, pero su estado de salud era estable.

En uno de los vídeos publicados en Twitter aparece uno de los bandidos bajando del cerro hacia Urca y tras ser acorralado por policías en un helicóptero es atrapado por las autoridades en la playa Vermelha.

El reporte de las autoridades señaló que bandidos que se disputan el territorio entre los cerros de Chapéu Mangueia y Babilônia, ubicados en cercanías del barrio Leme, en la zona sur de la ciudad, habían huido entre la selva de las montañas a través de los caminos que salen a Urca.

Según un funcionario del teleférico de Pan de Azúcar, el servicio fue interrumpido alrededor de las 14.30 hora local (17.30 GMT), por motivos de seguridad, sin previsión de retorno.

Río de Janeiro sufre una ola de violencia desde la celebración de los Juegos Olímpicos de 2016 que se agudizó en los últimos meses, motivo por el cual el presidente Michel Temer decretó en febrero pasado la intervención en el área de seguridad de ese estado.

Sin embargo, esa decisión, que dejó en manos del Ejército el control del orden público de todo el estado de Río (sudeste), no se ha traducido en una reducción significativa en los índices de violencia de la región.