Remezón en gobierno peruano obliga a Castillo a conformar un nuevo gabinete
Perú
Lima/El presidente de Perú, el izquierdista Pedro Castillo, anunció este lunes que conformará un nuevo gabinete, el tercero en seis meses de mandato, tras la sorpresiva dimisión de su primera ministra, Mirtha Vásquez, por desacuerdos sobre ascensos en la policía.
"El gabinete está en constante evaluación. Por tal motivo, he decidido renovarlo y conformar un nuevo equipo", tuiteó Castillo, quien agradeció de paso "el apoyo de Mirtha Vásquez y ministros de Estado".
Minutos después, Vásquez publicó en Twitter: "Ante la imposibilidad de lograr consensos en beneficio del país, informo que hoy presenté mi carta de renuncia al presidente Pedro Castillo, la cual fue aceptada".
Vásquez, quien llevaba casi cuatro meses en el cargo de jefa de gabinete, atribuyó su dimisión a la controversia por ascensos en la Policía, que llevó a Castillo en las últimas horas a desprenderse del ministro del Interior, Avenilo Gallardo, y del comandante general de la Policía, general Javier Gallardo.
"Hemos llegado a un momento crítico. La crisis en el sector de Ministerio del Interior no es asunto cualquiera ni coyuntural, es la expresión de un problema estructural de corrupción en diversas instancias del Estado", afirmó Vásquez en su carta de renuncia.
Abogada y activista ambiental de izquierda moderada, Vásquez había jurado como primera ministra (jefa de gabinete) el 6 de octubre luego de que Castillo despidiera al ingeniero Guido Bellido, un izquierdista radical que encabezó su primer gabinete.
Ahora Castillo deberá conformar un nuevo gabinete, de 19 miembros, el tercero desde que asumió la presidencia de Perú el 28 de julio.
Los seis meses de Castillo en el mando se han caracterizado por frecuentes pugnas internas en el gobierno y embates de la oposición derechista radical, que intentó infructuosamente que el Congreso destituyera al mandatario, el 8 de diciembre.
El maestro rural de Cajamarca (norte), de 52 años, llegó al poder tras derrotar a la derechista Keiko Fujimori en un reñido balotaje el 6 de junio, tras una campaña que polarizó al país.