Piñera cree que no es prudente hacer plebiscito chileno en abril por coronavirus
Santiago/El presidente de Chile, Sebastián Piñera, consideró este miércoles que "no es prudente" celebrar el plebiscito del 26 de abril para cambiar o no la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet, ya que se prevé para esa fecha el pico de contagios de coronavirus en el país.
El gobierno y la oposición acordaron celebrar ese referéndum como una de las fórmulas para poner fin a la aguda crisis social que afronta Chile desde octubre pasado y que se ha traducido en manifestaciones, ataques al comercio, saqueos y violentos enfrentamientos que dejaron una treintena de muertos y miles de heridos.
Las autoridades sanitarias estiman que la fecha del plebiscito coincidirá con el número máximo de contagios de coronavirus en el país, donde hasta el momento se han registrado 238 casos.
"No es prudente hacerlo (el plebiscito) el 26 de abril", declaró Piñera en una entrevista con Canal 13. "Mi posición es que el 26 vamos a estar en el peak, en el máximo de contagios; por lo tanto, con la mayor presión y tensión sobre el sistema de salud y la ciudadanía".
Consultado sobre una eventual nueva fecha para realizar el referéndum, el mandatario señaló: "lo que recomendaría es no hacer ninguna elección antes de septiembre", en línea con varios líderes políticos que también plantean aplazar el plebiscito.
"Estamos dispuestos a revisar reforma constitucional para el plebiscito del 26 de abril, incluyendo su eventual postergación para una fecha fija, concreta. La salud de la gente está primero", escribió el martes en su cuenta Twitter Heraldo Muñoz, presidente del opositor Partido por la Democracia.
Desde el Partido Republicano de José Antonio Kast, un defensor de la dictadura de Pinochet, hasta el Partido Comunista coincidieron en que la crisis sanitaria obliga a pensar en una postergación por el riesgo de contagio que supone para la ciudadanía.
La directiva del Colegio Médico también se sumó a los pedidos para cambiar la fecha de este referéndum donde los electores votarán por "apruebo" o "rechazo" el cambio de la Carta Magna.