Perú exhibe bienes culturales repatriados para concientizar sobre su valor
Cultura
Lima, Perú/Una joya cusqueña que remonta unos 200 años antes de Cristo, pinturas del siglo XVIII tomadas de iglesias coloniales o reliquias de guerra con alto valor patriótico, son algunos tesoros que Perú ha recuperado dando batalla contra el saqueo de su patrimonio.
Estos y otros 70 objetos repatriados en los últimos cuatro años se exhiben en Lima como parte de la muestra Wasinman Kutispa (Volviendo a Casa en quechua), que busca concientizar sobre los perjuicios del tráfico ilegal de bienes culturales y la importancia de proteger este legado.
Desde 2019, los bienes recuperados en 15 países suman casi 2.000 entre arqueológicos, histórico-artísticos, documentales y bibliográficos, detalla Evelyn Centurión, directora de Recuperaciones del ministerio de Cultura, que lidia con dificultades como un reducido inventario del patrimonio existente en territorio peruano.
"Lamentablemente no hemos logrado alcanzar ni el 30% de bienes que han sido registrados", explica a la AFP Centurión, quien invoca a coleccionistas privados u otros poseedores de bienes culturales a que los reporten ante el ministerio.
Este listado resulta clave cuando dichos bienes son robados o sacados ilegalmente de Perú hacia otros países, cuyas autoridades exigen pruebas de que tales artículos son patrimonio nacional.
"La evidencia sobre todo a nivel documentaria es muy relevante", subraya Centurión, que gestiona solicitudes ante países como Estados Unidos, Países Bajos, Francia o Argentina, que concentraron el mayor porcentaje de los casi 2.000 bienes recuperados durante los últimos cuatro años.
Entre las piezas exhibidas destaca una réplica de la Placa o Sol de Echenique, cuyo original es de oro y pertenece al estilo prehispánico Marcavalle o Chanapata (900-200 AC) y estuvo perdida desde 1855.
Autoridades estadounidenses, que colaboran con las de Perú, informaron que la pieza fue adquirida en 1913 por el Museo Indígena del Instituto Smithsoniano donde permaneció hasta que entre 2020 y 2021 se concretó su retorno a Cusco, donde una comunidad lo reconoce como un emblema.
En "el caso del disco de Echenique (...) la comunidad de Ollantaytambo fue quien lo pidió", comenta Centurión.
La funcionaria destaca esfuerzos conjuntos con Colombia, Ecuador y Bolivia, miembros de la Comunidad Andina, para que la carga probatoria de la propiedad de las piezas no sea exigida al país que la reclama sino al poseedor en el extranjero.
Otros miembros del equipo de Recuperaciones reconocen la estrategia de países como México, embarcado desde 2018 en una intensa campaña de repatriación de su patrimonio cultural.