Papa Francisco venerará reliquias de sus santos favoritos en Perú
El papa Francisco venerará las reliquias de sus santos preferidos el próximo domingo en la Catedral de Lima, un día después de rendir tributo a tres sacerdotes, dos polacos y un italiano, asesinados por la guerrilla maoísta de Sendero Luminoso.
San Martín de Porres (1579-1639), el fraile dominico negro representado con una escoba en la mano como símbolo de humildad, es uno de los santos preferidos del papa, dijo a la AFP el sacerdote jesuita Ernesto Cavassa, rector de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.
"De San Martín de Porres siempre dice él que le gusta más que nada por la escoba, porque tiene que limpiar muchas cosas para que la Iglesia esté mejor", comentó hace unos días el cardenal peruano Juan Luis Cipriani.
Pero es Toribio de Mogrovejo (1538-1606) el santo que más admira el papa argentino, según el padre Cavassa.
"El papa admira a Toribio porque era muy entregado a su misión pastoral, es el modelo de obispo" que la Iglesia debería seguir en el siglo XXI, explicó el religioso.
Las reliquias de Santo Toribio, quien fue el segundo arzobispo de Lima, se guardan en la Catedral de Lima, pero los restos de otros santos peruanos serán llevados especialmente para la visita de Francisco.
Peregrinos en Santo Domingo
La iglesia de Santo Domingo, situada a tres cuadras de la Catedral, conserva las reliquias de tres de los cinco santos peruanos: San Martín de Porres, San Juan Macías (1585-1645) y Santa Rosa de Lima (1586-1617), la patrona de América.
Del quinto, San Francisco Solano (1549-1610), no se conservan restos pues fueron robados desde la iglesia de San Francisco, también situada a tres cuadras de la Catedral.
"Estaba el cráneo en la iglesia", pero fue llevado temporalmente a España "y al regreso se lo robaron", dijo a la AFP María Rosa Padilla, administradora del Museo de San Francisco, que posee unas catacumbas coloniales que son visitadas cotidianamente por turistas.
Francisco Solano, Toribio y Juan Macías nacieron en España, mientras que Rosa y Martín en Lima. Sin embargo, los peruanos no hacen diferencias y los veneran a todos, aunque los dos criollos son más populares.
El papa tendrá un encuentro en la Catedral el domingo con 1.500 sacerdotes y 3.500 monjas, sin acceso al público. Por ello, muchos peregrinos aprovecharon de visitar las reliquias en la iglesia de Santo Domingo.
"He venido a buscar al señor en sus santos. La visita del Santo Padre es un privilegio para los peruanos", dijo a la AFP la mexicana Gabriela Vega tras orar frente a las reliquias de los tres santos.
"Hemos sufrido muchas desilusiones de miembros de la Iglesia. Se habla de todo lo malo, pero no todo lo bueno que hace la Iglesia", comentó Vega, de 60 años.
Relicarios restaurados
Vilma Velázquez, de la hermandad de San Martín de Porres, dijo que el papa traerá bendiciones a Perú.
"Él nos ha hecho muchos milagros en la salud y enfermedad. Tú le pides algo y te concede, pero siempre tienes que hacerlo con fe", declaró a la AFP Velázquez, que cargaba una imagen del santo de la escoba.
Las urnas que contienen las reliquias de San Martín de Porres y San Juan Macías son de bronce con plata. La de Santa Rosa es de plata con madera. Son retiradas sólo muy ocasionalmente desde la iglesia de Santo Domingo. Los tres pertenecían a la orden Dominica.
"El año pasado se hizo una restauración interna de los tres relicarios", explicó a la AFP Jesús Cañamero, de 27 años, quien pertenece a la orden tercera Dominica y oficia de guía en este templo.
Las calaveras de Rosa y Martín están a la vista, protegidas por pequeñas vitrinas.
Sacerdotes asesinados
Los cinco santos peruanos vivieron en la colonia, aunque algunos fueron canonizados después. Hace un par de años Francisco beatificó -primer paso para ser santo- a tres sacerdotes asesinados en Perú en 1991 por Sendero Luminoso.
Los franciscanos polacos Miguel Tomaszek y Zbigniew Strzalkowski fueron asesinados el 9 de agosto, mientras el cura italiano Sandro Dordi fue muerto el 25 de agosto.
Los restos de estos tres "mártires" católicos están en la ciudad norteña de Chimbote, pero serán llevados a la cercana ciudad de Trujillo para ser venerados por el pontífice el sábado.