Joven muere en multitudinaria protesta opositora en Venezuela
A punta de bombas lacrimógenas, fuerzas antimotines bloquearon este miércoles una gigantesca marcha contra el presidente de Venezuela Nicolás Maduro en Caracas, donde estallaron focos de violencia que causaron la muerte de un joven de 17 años.
Con el fallecimiento del adolescente suman seis los muertos en tres semanas de protestas con las que la oposición exige elecciones generales para sacar del poder a Maduro, a quien acusan de hundir al país petrolero en una severa crisis económica y política.
El joven murió el hospital adonde fue llevado de emergencia tras ser alcanzado por los disparos de hombres en moto que atacaron, también con bombas lacrimógenas, una concentración opositora en San Bernardino, noroeste de Caracas, relataron testigos a la AFP y una autoridad médica.
Los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y manifestantes que les tiraban piedras y cóctel molotov estallaron en una estratégica autopista y en varios sectores del oeste de Caracas.
Cuando se acercaba, con las manos en alto, a la barrera con que militares bloqueaban el paso en la autopista Francisco Fajardo, el líder opositor Henrique Capriles recibió una lluvia de gases lacrimógenos. Varios manifestantes huyeron lanzándose al río Guaire (con aguas negras).
"Hay que salir de esta dictadura. Queremos elecciones para que salga Maduro del gobierno porque tiene al país destruido. ¡No tengo miedo!", dijo a AFP Ingrid Chacón, de 54 años, quien asistió a la marcha ondeando una gran bandera venezolana.
Aún no hay saldo de arrestos, pero más de 200 personas permanecen detenidas de las marchas anteriores.
Helicópteros de la Policía sobrevuelan la capital donde persisten algunos focos de protestas. En ciudades de los estados de Zulia, Carabobo, Táchira, Mérida y Anzoátegui, también se reportaron disturbios con varios heridos.
En lo que llamaron "la madre de todas las marchas", la sexta en abril, los opositores salieron de unos 20 puntos de concentración pero, como en las manifestaciones anteriores, no lograron llegar al centro histórico de Caracas, bastión chavista, donde se manifiestan miles de seguidores de Maduro.
"Estamos resteados (firmes) con Maduro por lealtad a nuestro comandante eterno", dijo a la AFP desde la manifestación oficialista Nancy Guzmán, docente de 50 años, al referirse al expresidente Hugo Chávez, fallecido en 2013.
Inquietud internacional
Maduro activó un operativo militar y policial para "derrotar el golpe de Estado", del que acusa a la "derecha apátrida venezolana" y a Estados Unidos, lo que fue considerado por la oposición como una medida intimidatoria y de represión.
Once países latinoamericano pidieron a Maduro garantizar el derecho a protestar pacíficamente, una petición que fue secundada este miércoles por la fiscal venezolana Luisa Ortega. Estados Unidos, por su parte, lanzó una dura advertencia a los funcionarios públicos venezolanos de desistir de la represión.
"Estamos enfrentando una arremetida internacional (...) Estados Unidos ha dado la luz verde para un proceso golpista de escalada para la intervención de Venezuela", reaccionó Maduro.
Cientos de personas se han manifestado contra el gobierno chavista en los últimos días en varias ciudades de Europa y América, como este miércoles en Madrid.
En una demostración de fuerza, el gobernante encabezó el lunes un acto militar en el que recibió de la Fuerza Armada, su aliado con enorme poder político y económico, la promesa de "lealtad", al tiempo que anunció la ampliación de las milicias a 500.000 civiles, cada uno con un fusil.
El jefe legislativo Julio Borges pidió entonces a los militares ser "leales" sólo a la Constitución, tras lo que Maduro lo acusó de liderar el "llamado golpista" y lo amenazó con procesarlo judicialmente.
El jefe de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, aseguró que el gobierno prepara una "acción represiva homicida" al armar a civiles; y Colombia pidió a la ONU atender "la preocupante militarización" de Venezuela.
"Venezuela dará la batalla frente a este grupo minoritario de gobiernos que pretenden promover una vergonzosa intervención, con la OEA", dijo la canciller Delcy Rodríguez.
La fuerza de la calle
Los opositores volvieron a la calle el 1 de abril luego de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) asumiera las competencias del Parlamento -único poder público controlado por la oposición-, desatando una protesta diplomática internacional que dos días después lo hizo dar marcha atrás.
La propia fiscal Ortega, cercana al chavismo, lo consideró una "ruptura del hilo constitucional".
La oposición denunció esos fallos como un "golpe de Estado", pero ese episodio la reanimó, recobrando cohesión y apoyo popular que perdió tras fracasar su plan de revocar a Maduro en un referendo.
"Esta marcha pondrá de relieve la fuerza que la oposición es capaz de convocar y los costos que potencialmente le puede generar al gobierno si persiste en evitar elecciones en el corto plazo", afirmó a AFP el politólogo John Magdaleno.
Analistas estiman que Maduro, cuyo mandato concluye en enero de 2019, evita a toda costa unas elecciones. Siete de cada diez venezolanos reprueban su gobierno, cansados de la escasez y una brutal inflación que el FMI estima en 720,5% este año.