Justicia electoral abre fase decisiva del juicio que amenaza a Temer
El Tribunal Superior Electoral de Brasil inició hoy la tercera audiencia del juicio por supuesta corrupción en la campaña presidencial que compartieron en 2014 la destituida Dilma Rousseff y el actual mandatario Michel Temer.
Esta tercera sesión lleva al proceso a su fase decisiva, pues servirá para terminar de resolver cuestiones preliminares formuladas por las defensas y dará paso al voto de los siete magistrados, que configurará la sentencia.
En el proceso, que tramita desde hace más de dos años, se intenta establecer si la fórmula que encabezaba Rousseff y completaba Temer como candidato a la vicepresidencia se financió con dinero originado en la red de corrupción que operaba en la estatal Petrobras y si se valió de otras supuestas irregularidades.
Rousseff fue destituida el año pasado por maniobras ilegales en el manejo de los presupuestos y fue sustituida entonces por Temer, que pudiera ser desalojado del poder por la justicia electoral si se comprobase la presunta corrupción en la campaña de 2014.
Uno de los asuntos que los magistrados deben resolver antes de dictar sentencia es la validez probatoria de la confesión del grupo Odebrecht, que admitió haber financiado ilegalmente la campaña de Rousseff y Temer, pero lo hizo casi dos años después de la apertura del proceso.
Los abogados de Temer y Rousseff han demandado la nulidad de las pruebas recogidas con Odebrecht, alegando que fueron introducidas durante el curso del proceso y no constaban en la acusación inicial, por lo que su utilización violaría el derecho a una amplia defensa.
Sin embargo, el instructor del caso en la corte electoral, Herman Benjamin, se negó a que esos testimonios sean anulados; insistió en que integran la trama investigada y señaló que esa financiación ilegal de Odebrecht ha pasado a ser parte "central" del proceso.
En los testimonios que prestaron a la justicia, los exdirectivos de Odebrecht dijeron haber entregado al menos 150 millones de reales (hoy 45 millones de dólares) a la campaña de Rousseff y Temer, y que al menos la tercera parte correspondió al pago de sobornos.
Si hubiera una sentencia condenatoria, la victoria de la fórmula Rousseff-Temer en los comicios de 2014 sería anulada y el Congreso debería convocar a una elección parlamentaria indirecta para escoger a quien concluirá el período que vence el 1 de enero de 2019.
No obstante, Temer podría apelar a la sentencia y mantenerse en el poder hasta tanto se agoten todas las posibilidades de recursos, lo cual pudiera consumir meses de trámites en los tribunales.