El caso de la joven que mató a su novio y luego dijo en Instagram que lo amaba

Nahir Galarza al momento que llega al juzgado. / Redes sociales

Nahir Galarza mató de dos disparos a su novio Fernando Pastorizz, supuestamente con el arma de su padre, cuando iban a bordo de una moto y luego regresó a su casa como si nada hubiese pasado y por la mañana subió a su red social de Instagram una foto con el post: "Te amo para siempre, mi ángel”.

El tema sacudió a Gualeguaychú una ciudad de Entre Ríos en el interior de Argentina, donde es extraño que se presenten este tipo de caso; este hecho se dio el 29 de diciembre del año pasado.

Según información de El País en su sitio web, Galarza se negó a declarar en el primer día del juicio en su contra. Llegó temprano a los tribunales directo desde la celda que ocupa luego que confesara el asesinato de su novio. Del otro lado, la familia de Pastorizzo, que lleva desde la muerte de su hijo peleando para que el “caso Galarza” sea el “caso Pastorizzo”.

La pareja vio como la defensa de la joven intentó por todos los medios posibles de erosionar la imagen de su hijo, acusándolo de violento y golpeador.

La estrategia será la de construir un mundo donde ella no tuvo más remedio que matar, probado que la joven apretó el gatillo del arma que mató a su pareja; esa será la versión que dará la defensa de Galarza ante los jueces.

Galarza será juzgada por “homicidio doblemente calificado por el uso de arma y la relación de pareja”.

“Tenemos 6,000 páginas con detalles del hostigamiento constante que ejercía él sobre ella”, dijo al diario Clarín Dario Dergainz, abogado de Galarza. El letrado también insistirá en que los dos jóvenes ya no eran novios, en contradicción con los padres de Pastorizzo. Llevarán para eso a declarar a un testigo que dirá a los jueces que, en el momento del crimen, Galarza era su pareja.

Del lado de la querella, no hay dudas. Harán ver que Galarza era la parte violenta de la pareja y no soportó que Pastorizzo intentara dejarla. Por eso mató con alevosía y merece una condena a cadena perpetua.

Durante el juicio mostrarán el vídeo de una cámara de seguridad que muestra a Galarza alejándose tranquilamente del lugar del crimen. Y dirán que el mensaje en Instagram de aquella mañana de finales de diciembre es ejemplo de un plan premeditado.

De hecho, Galarza confesó a la policía que realizó los dos disparos. Pero días después, tras pasar por las manos de sus abogados, habló de un accidente. Tendrá ahora que convencer de ello a los jueces.

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